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Narra: Kayla
Robby me mira con preocupación mientras esperamos afuera de la oficina de la directora.
—¿Crees que tu padre se moleste mucho?—, pregunta, sus ojos reflejando su inquietud.
Encogiéndome de hombros, admito: —Podría apostar a que estará furioso—. La arruga en su ceño muestra que mi respuesta le da qué pensar.
—Podrías culparme de todo, si eso ayuda a calmarlo—, sugiere, tratando de distraerme.
—Mi padre me conoce, Robby—, digo, recostando mi cabeza sobre su hombro mientras juego con mis dedos pulgares.
—Aun así—, me responde con una breve sonrisa. —Podríamos intentarlo.
Antes de que Robby pueda decir algo más, la puerta de la oficina se abre. La vicedirectora Jenkins asoma su rostro con seriedad, evidenciando su desagrado por nuestra presencia frecuente.
—Keene, Scott—, nos llama por nuestros apellidos, indicándonos que podemos entrar. Tomamos asiento frente a ella, cruzando los brazos en una postura defensiva.
—¿Tienen algo que decir en su defensa, chicos?—, pregunta, alzando una ceja. —Está prohibido vender sustancias ilegales en la escuela, ¿no lo saben?.
Nos miramos sin decir una palabra, solo ajustándonos en nuestras sillas. Robby incluso bosteza ligeramente de aburrimiento, anticipando el sermón que se avecina.
—Bien—, continúa la vicedirectora al ver que ninguno de nosotros responde. —Entonces, no me dejan otra opción que llamar a sus casas y informar sobre la situación.
Rebusca en su archivero y extrae nuestros expedientes escolares. Después de hojearlos, encuentra los números de emergencia.
—Kayla Raine Scott—, lee en voz alta. —Aquí están tus números de emergencia, el de tu madre, Ali Mills, y el de tu padre, Joseph Scott. Supongo que llamaré primero a tu madre.
—Buenas suerte con eso—, respondo sarcásticamente, mirando mis uñas. —Si responde, digale hola de mi parte.
La vicedirectora marca el número de mi madre, pero no obtiene respuesta. Intenta varias veces más antes de rendirse y marcar el número de mi padre.
—¿Es el Sr. Scott?—, pregunta una vez que contestan del otro lado. —Habla Carla Jenkins, la vicedirectora de North Hills. Usted es uno de los contactos de emergencia de Kayla Scott. Llamamos a su madre pero no respondió, así que...—. Escucho a mi padre hablar al otro lado de la línea, mientras la vicedirectora asiente ante sus palabras y le asegura que estoy bien. Luego de una breve conversación, cuelga.
—Tu padre está en camino, Kayla—, me informa. Luego, se dirige a Robby: —Ahora, el siguiente. Robert Swayze Keene, tus números de emergencia son tu madre, Shannon Keene, y tu padre, Johnny Lawrence.
