- "Si deseas encontrar la verdad sobre mí, debes ir hasta mi casa, y recuperar ese libro."
Eren levantó la vista al cielo lluvioso, que hacía confundir el agua con sus lágrimas, tratando de contenerlas, al recordar las últimas palabras moribundas de...
Durante 5 años, en los que tanto la mayoría de los refugiados como novatos dentro de la Muralla de Rose, nos entrenamos para combatir titanes, como habíamos elegido ese fatídico día.
No podía evitar mirarte continuamente y sentirme en otra dimensión, siento que no puedo con tus ojos y mi autocontrol a la vez. Me es imposible.
Por fin llegó el día en el que practicaríamos el uso del Equipo de Maniobras Tridimensionales.
Por sobre todo jamás destaqué mucho en los entrenamientos, pero esto era una excepción. Me emocionaba saber cómo usar el codiciado equipo, y aunque sobre él todo había leído, nada supera una experiencia directa. ¿O no?
En fin, el caso es, que ese día me desperté pensando que por primera vez desde el refugio (lamentablemente), en el que seguramente tendría por completo tu atención fijada en mí.
Sí, yo no estaba entre los de tu círculo de amigos cercanos, no solías iniciar una conversación conmigo, y yo pues... ¿Qué esperabas de una introvertida perdidamente enamorada?
Me tomé la libertad de intentar buscar información que ayudara para poder dartela, pero, una vez más, fracasé en mi intento de hacerme notar para ti por segunda vez en la vida.
Por fin llegó el momento de ponernos a pruebas, si pasábamos o no de categoría. Todos nos pusimos en fila y esperamos nuestro turno.
- ¡Soldado Läguer!
Hacia la mitad de la prueba, el instructor me llamó, y me adelanté con un leve tambaleo.
Respiré hondo para calmarme, y, ya sabiendo lo que hacer me até a la cintura las cuerdas.
- ¿Lista? -preguntó el viejo y asentí levemente- Hazlo.
El hombre detrás mío tiró de la palanca, elevandome así del suelo. Sin querer, quise buscarte con la mirada, por eso mismo me fui demasiado hacia adelante teniendo que poner los brazos hacia atrás para no perder el equilibrio y viceversa.
Finalmente, luego de esfuerzo, estrés, y sudor, por fin pude quedar equilibrada, pasando por poco la prueba bajo la adusta visión del hombre frente a mí.
Asintió dando su aprobación, a lo que no pude evitar sonreír levemente, pero ese breve gesto de felicidad se esfumó cuando noté que estabas hablando nervioso con tus compañeros, de seguro preguntando qué deberías hacer, pero... No observándome.
"Sólofuiunamás..."
Suspire volviendo cabizbaja a las filas, esperando no mucho a que te llamaran para llevar a cabo lo mismo que todos.
Decidí dejar la tristeza a un lado para mirarte expectante.
Lo intentaste, una vez. Gritaste frustrado al caerte de cabeza.
Se te concedió una segunda y excepcional vez.
"Vamos, túpuedes, Eren..."
Volviste a intentar, gritar y ésta vez estar al borde de las lágrimas frustradas.
No ibas a pasar a lo cual un miedo terrorífico se apoderó de mi turbada mente. ¿Ya no ibas a estar a mi lado, aunque sea para verte entrenar?
- ... revisa su equipo, por favor. -dijo de pronto el instructor, sacandome de mis pensamientos y haciéndome alzar la mirada atenta.- efectivamente, está roto. No sé cómo se ha permitido esto, te debemos una disculpa. Puedes intentarlo con un equipo prestado, otravez.
Tan sólo verte así de aliviado me hizo sentirme en un completo bienestar, para poder observarte intentarlo de nuevo.
- vamos, Eren... Concentrate... -susurré tensando las mandíbulas.
Te equilibraste lo mejor posible y por fin... ¡Lo lograste!
- ¡SIIII! -gritamos todos alzando los brazos en señal de felicitación, a lo que primero nos miraste aturdido, pero luego sonreíste.
Sonreíste como sólo tú puedes, una vez más dejandome hipnotizada, haciéndome perder en tu rostro emocionado como no lo estabas desde hacía mucho.
“Nunca estarás sólo, porque así comoestuvehoy, estarésiempreparaapoyarte, verteavanzar y crecer.”
