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( 🇴 )

Aquí los tenemos de nuevo.

¿De quién hablo? De nadie más que Gabriel o más conocido solo como Gold, el primogénito e único heredero de la familia Bennet.

— ¿Si te mato ahora que pasara? — Interrogó un alterado joven, que no sobrepasaba más allá de los 25 años. — Responde, pedazo de plástico. — En su mano derecha sostenía con firmeza el arma de fuego.

Una pistola Beretta 92, clásica y heredada por las generaciones anteriores de la familia.

— Nada. — Contestó con simpleza aguardando la calma como siempre.

Se led de control no había cambiado de color, la estabilidad de su sistema era todo un tema.

El color celeste evidente y claramente admirable. 

Él jamás se ha alterado.

Jamás a cometido una acción que no fuese pedida con anterioridad o necesaria para la seguridad de su amo.

Es la máquina perfecta de obediencia.

— Seré remplazado, como mi antecesor — Las memorias y conocimientos sobre los anteriores sirvientes se integran inmediatamente a su programa.

Y desde que fue activado la probabilidad de llegar a este punto siempre fue viable.

Nunca nadie se había salvado.

— ¿No le temes a la muerte? — Interrogó escéptico ante la falta de normativa reacción.

Es como que sigue sin entender que está hablando con una máquina.

No, siento decepcionarlo, Gold — El asistente dejo de utilizar la palabra amo desde que el mismo ordenó detener aquella forma de llamarlo.

— Entonces~ — Canturreó bajando el arma, comenzando a moverla de un lado a otro sin preocupación. — Te mataré. — Soltó dirigiendo el artefacto a la frente del estático azabache.

Las miradas de ambos chocaron entre sí, los rojizos ojos que portaba el androide contrastando con el ambiguos negro del riquillo.

¿Quiere que encargué otro modelo TF800? — Preguntó con serenidad manteniendo el contacto visual en todo momento.

Y el gatillo fue jalado.

Dejando un inerte cuerpo robótico tendido en el piso.

Cambiando el led de un tranquilo color celeste a un preocupante rojo hasta decaer en la incoloridad.

El mecanismo a dejado de funcionar.

— Nada.. — Susurró entregando un resoplido al gatillo del arma quitando el humo del fogueo — Intentaré nuevamente. — Dió media vuelta indiferente al cadáver que se mantenía a sus pies.

Alzó su muñeca y lo llevó cerca de su boca, entonando en llamado con serenidad a su femenina asistente.

— Camila — Llamó, siendo respondido inmediatamente — Compra otro modelo TF800 y diles a los empleados que vengan a limpiar este desastre. — Giró hacia atrás observando con desprecio como el líquido que lo componía se derramaba en su alfombra.

El androide tenía razón, volvería a comprar otro, como lo lleva haciendo por más de 4 años.

∆ M a c h i n e ∆  | GoldFred |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora