Me dolió mucho...
Pero ¿sabes?
Gracias a ese dolor encontré a una persona mucho mejor que tú
Pude volver a nacer
Te deseo lo mejor del mundo y seas feliz con él a tu lado, ahora solo vives en mis recuerdos
Gracias por acabar con todo esta ilusión.
...
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No se cuantos días pasaron me sumí en una oscuridad en la cual no quiero salir, ahora la soledad ha sido mi verdadera amiga, siempre está allí aun cuando no quiero, aun si no puedo verla siento su presencia.
Cuando me digne a recordar el camino a mi casa, me desmorone...
Fue lo único que logré hacer, grite con todas mis fuerzas hasta que mi voz se desgarrara, bote lágrimas a mares hasta que mi cabeza comenzó a doler, no me contuve arroje lo primero que vi al piso.
Ese día nadie ni nada podía controlar el remolino de sentimientos, todo se rompió tan rápido como un cristal y así fue durante muchos días, cuando pude tranquilizarme perdí la noción del tiempo.
No tengo hambre y ni ganas de levantarme de mi cama, la poca luz del día que podía atravesar por las cortinas cerradas de mi habitación solo me hacían sentir más miserable de lo que ya podía sentirme, tal vez me vea horrible por no dormir en todo este tiempo y recordar a cada momento lo que tuvimos como si fuera una película que no para de repetir cada escena.
Cuando declaramos nuestros sentimientos, la primera vez como novios, nuestra primera cita, cuando viajábamos juntos, nuestro primer beso, las dulces palabras y nuestros ojos reencontrándose con un brillo inimaginable...
Al escuchar el timbre, esto hace que salga de mis deprimentes recuerdos, no quiero levantarme y mucho menos atender a cualquiera que esté, porque simplemente no se rinde y deja de tocar.
Es muy insistente, con las pocas ganas me levanto sin siquiera revisar mi aspecto.
-Abro la puerta— Hola Junmyeon-hyung.
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