Perdón#2: Muñecas

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Los ojos turquesa pasaban de la muñeca a él y así sucesivamente.

Era obvio que la peli rosa se encontraba desconfiada por su inesperado regalo.

A diferencia de la Penélope que conocía, no sabía cómo interactuar con ella.

Después de todo ni siquiera hizo el esfuerzo de hablar con ella hasta que de repente ella cambio de un día al otro. Lista para abandonar al ducado y todo lo que conocía con tal de cortar sus lazos.

Además, sería inadecuado tratarla como su yo del futuro, Penélope era Penélope y ella era ella.

No, espera.

Volvió a entrecerrar los ojos por todo el revoltijo de viajar en el tiempo. Era tan confuso que ya ni sabía si lo que decía estaba bien.

- ¿Reynold oppa? – Preguntó Penélope con timidez a su hermano mayor.

Se encontraba nerviosa por la inesperada visita de su hermano, sin contar que vino con juguetes para ella.

No sabía la razón de porqué lo hacía, cuando no hace mucho ella lo molestaba y mordía en cada oportunidad que tenía.

Muchas preguntas invadían en su pequeña cabecita.

Por otro lado, Reynold se encontraba sorprendido por la mención de "Oppa", sentía que no tenía el derecho de ser llamado como tal.

Por eso se esforzaría para merecer ser llamado como tal.

- Penélope – La llamó suavemente para no asustarla. - ¿Te gustaría almorzar conmigo hoy?

Entonces lo primero que tenía que hacer, era mostrar la autoridad de su hermana en el ducado.

Antes la ignoraban debido a que la familia Eckart también la ignoraban.

No volvería a cometer ese error.

Los dos se sentaron en la mesa previamente preparada en el jardín por orden suya

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Los dos se sentaron en la mesa previamente preparada en el jardín por orden suya. El desayuno de esta vez consistía de ensaladas, pasta y pan recién horneado.

En estas dos semanas, Reynold se tomó la tarea de comer con Penélope en cada oportunidad que tenía y enseñarle los modales a la hora de comer.

Tenía que conseguirle pronto algún maestro de etiqueta si quería prevenir el acoso de la condesa Dorothea y el resto de damas nobles. Todas se habían ido en contra de Penélope haciéndole bromas o esparciendo rumores sobre ella.

Hablando de rumores.

- Acuérdate de alejarte del monstruo dorado y la inmunda rata gris – Le recordó a la pequeña.

Quería mantener lejos a Penélope del príncipe heredero y aquel traidor.

Sobre todo, este último.

- De acuerdo, oppa Reynold – Estuvo de acuerdo Penélope sin prestarle mucha atención.

¿Me perdonas, Penélope?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora