—No te entiendo — dijo mientras enroscaba su dedo en la parte inferior de mi falda, con una pequeña sonrisa en su rostro—Es complicado.
Podía notar la diversión en su tono.
—No tienes que hacerlo —Constesté seria a pesar de que sabía las buenas intenciones detrás de sus palabras.
Cuando volví a bajar la mirada a mi regazo, donde yacían su despeinado cabello, lo miré expectante, el me devolvió la mirada. Nos quedamos así durante un momento.
Pude sentir como nuestras barreras se rompían cuando él largó una gran carcajada. Apesar de no saber el porqué de su risa, lo acompañé, uniendonos como la sinfonía más terrible y maravillosa del mundo.
—¿Qué sucede? —le pregunté cuando de un momento a otro dejo de reír.
—Me fascinas.
Silencio. Tal vez el más espeso y exasperante del que había hecho acto de presencia.
Ahora era yo la que se reía a carcajadas, sin importarme la seriedad que reflejó en sus palabras, ni mucho menos la forma en que acariciaba mi brazo mientras lo decía.
Después de eso separó su cabeza de mis piernas y dejó mi falda en paz. Sentí el vacío que provocó su ausencia y apesar de tenerlo al lado, lo extrañé como nunca.
Ese día, ambos nos rompimos un poco.
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Falsos Indemnes
RomanceA pesar de siempre haberse considerado una persona fuerte, Eleanor Blade, una joven de 17 años, se quiebra luego de ponerle fin a su primer amor. La situación le hace abrir los ojos y darse cuenta de la realidad no tan perfecta en la que se ve rodea...