• epílogo •

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Narrador omnisciente

Sonic fue el primero en despertarse gracias a los gritos constantes del vendedor de chipá repitiendo "chipá, chipá" mientras recorría las calles de su barrio.

Se sentó en la cama más dormido que despierto y miró a su alrededor analizando todo, a su costado podía ver cómo su prometido dormía plácidamente sin intenciones de despertar pronto, río ligeramente al notar sus despeinados cabellos y como babeaba a la almohada, no podía estar más enamorado de ese chico.

El reloj despertador -que era casi inútil, pues ¿Quien necesitaba un reloj despertador si tenía un chipero en el barrio?- marcaba las diez treinta de la mañana.

Casi se desmaya al ver lo tarde que era, corrió hacia el armario y, apresurado, tomo sus prendas laborales para en instantes ponerse las tan rápido como podía. Su trabajo empezaba a las ocho de la mañana, ni él sabía cómo se le hizo tan tarde.

Fue al baño de la habitación que compartía con su pareja, tomó el cepillo de dientes azul rey y le puso pasta dental encima. Cepillo sus dientes con prisa, no tenía mucho tiempo como para preocuparse por su higiene ahora mismo, y es por eso mismo que no se podía dar el privilegio de una ducha matutina. Hizo sus necesidades, se lavo las manos y las axilas, se puso algo de desodorante y lavo su cara para despertarse un poco.

Al salir del baño vio como su rubio preferido miraba fijamente el suelo sentado en las orillas de la cama matrimonial que compartían y fregaba sus ojitos mientras un bostezo se le escapaba de sus labios, talvez el día inicio para la mierda, pero definitivamente eso lo mejoraba un mil por ciento.

—Buenos días, mi vida.— saludo captando la atención de cansado zorrito.

—Buenos días, amor.— dijo con esa hermosa voz por la que tanto lucho en su adolescencia.

Luego de unos segundos de ver detenidamente a su prometido Tails se dió cuenta de las prendas que este portaba.

—Tesoro, ¿Que haces vestido así?

—Se me hizo tarde para el trabajo, lo siento.— dijo algo triste al recordar cómo casi no pasaba tiempo con sus tres amores.

—Amor, dulce y estúpido erizo del que estoy locamente enamorado— dijo algo burlón mientras negaba constantemente —, hoy es sábado.

Estallo de risa al ver la cara de estúpido que puso su pareja, el podía ser bastante distraído, y más si se acababa de despertar.
El azulado sacudió su cabeza saliendo de su estado de "shock" previo.

—¿En serio?— preguntas avergonzado. Como respuesta el zorro asintió repetidas veces, Sonic solo frunció el ceño y apretó el puente de su nariz mientras que suspiraba pesadamente, necesitaba unas vacaciones.

— Iré a despertar a los niños. — dijo Tails poniéndose de pie para ponerse a caminar hacia la puerta, cuando la iba a abrir una mano lo detuvo, giro solo para encontrarse con su pareja a menos de tres centímetros de su cara.

— No, yo iré. — Sonic dijo y Tails lo empujó un poco para tener su ' espació personal ' — Hace mucho que no pasamos un día entero nosotros cuatro ¿verdad?

El zorro sonrió realmente emocionado, era cierto, el erizo trabajaba mucho durante el día y casi nunca pasaba un día entero 100% dedicado a ellos, así que no se opuso y en cambio fue al armario a quitarse el pijama.

El azulado abrió la puerta y fue a despertar a sus chicos favoritos, entro a la habitación del menor de todos, un pequeño búho azul cielo con plumas suaves y delicadas de tan solo seis años llamado Winygs – ninguno de los dos adultos era creativo con los nombres y ese fue el único que se ocurrió a Sonic –, una vez dentro pudo ver a su dulce niño durmiendo abrazado a su peluche de felpa de pingüino.

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