Capitulo 2

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~~ADA~~

La tierra se abre bajo mis pies, caigo en un gran agujero negro... Todo es oscuridad. Sólo escucho llanto y gritos. No puedo ver nada... Tengo miedo. Dónde estoy?

- Alguien... Por favor... Ayúdame- mi corazón late desenfrenado- POR FAVOR!!! AYUDA!!! AYUDENME!!!

Despierto de golpe gritando. Estoy en una cama enorme, con sabanas blancas. Inspecciono rápidamente con la vista. Esta no es mi habitación. Este lugar es el triple de mi apartamento. Antes de que pueda ponerme de pie, una mujer entra a toda prisa a mi habit9ación.

- Por Dios Ada!!!- me abraza sin previo aviso- te escuche gritar. Cariño, estas bien?

Es una mujer muy guapa, de unos cincuenta años. Me observa con ternura y yo me rompo la cabeza pensando en quién es? En donde estoy? Y que hago aquí?. A riesgo de parecer una loca, decido romper el silencio.

-Disculpe... Nos conocemos?- me observa con una sonrisa burlona.

- En serio bebiste tanto anoche?- se rasca la cabeza. Me mira preocupada- Sael tu novio te trajo cargada. Me dijo que probablemente la rasca te iba a durar todo el día- Suspira- eso explicaría porque no recuerdas ni a tu propia madre.

QUE?!?! NOVIO?!? MI MADRE?? Hasta donde yo recuerdo no tengo novio, ni una madre. Tuve una adoptiva,  pero no es ésta mujer. Qué esta pasando?. Me froto la cien tratando de traer sin éxito los supuestos recuerdos de anoche.
Siento un beso en mi cabeza.

- Descansa un poco. Te llamaré a Sael para que hable contigo- camina hasta la puerta- Se me olvidaba. Llamaron de la revista Glamour. Querian saber que habia pasado con su editora en jefe. Menos mal les dije que te sentías indispuesta.

Qué?? Yo editora en jefe de la revista de la que me despidieron ayer? Mi cabeza va a estallar!! Escucho a la mujer irse y el sonido de la puerta cerrarse. Me desplomo en la cama cerrando los ojos.

-Lo disfrutas?- siento su aliento en mi cuello y doy un brinco quedando sentada de golpe en la cama.

- Eres tú...- le digo observando como sus labios se curvan en una sonrisa maliciosa. Sus ojos rojos son mas hipnotizantes que anoche. Y su cabello negro sedoso parece tener luz propia. Es un hombre muy apuesto y sin querer mi corazón se desboca por su sola presencia.

- Me gusta eso- expresa en un ronroneo- El sonido de tu corazón desenfrenado es muy adictivo.

Se acerca aún más, y mi pulso termina a mil. Sus labios pronuncian mi nombre provocativamente. Su mano va hasta mi rostro y acaricia mi mejilla. Toma mi mentón pero antes de poder besarme lo escucho maldecir entre dientes.

- Eres una maldita molestia- expresa enojado pero no me habla a mí. Su mano permanece en mi rostro. Y su mirada fija en el suelo- Perdiste. Lo entiendes? Ella es mía.

Miro detrás de él y no logro ver nada.

- Qué está pasando?- pregunto algo asustada.

- Hay alguien que no entiende que tú ME PERTENECES.- Su afirmación hace que mi corazón vuelva a aumentar sus latidos.- Pero no es importante. Te gusta la vida que deseaste tener?

- A que te refieres?

- Anoche te entregaste a mí por todo esto. Mira alrededor. Yo puse el mundo a tus pies- su voz denota arrogancia- te di unos padres, lujos y un trabajo como jefe en la misma revista que te despreció. Todo es tuyo.

Entonces me doy cuenta del trato que hice. Tengo todo lo que deseé. A cambio, me entregué en cuerpo y alma a éste ángel caido.
Me besa con pasión y por alguna extraña razón mi cuerpo no pone resistencia. Es como si él tuviera control sobre mí. Y con sólo un roce de sus dedos mi piel arde de deseo.
Me embriago en su aroma, me pierdo en sus ojos... Me hará suya y yo no haré nada para detenerlo... Carezco de fuerzas para hacerlo. Su mano viaja lentamente por mi cuerpo, detallando con sus dedos cada centímetro.
Un sonido estrepitoso de cristal hacerse trizas me trae de vuelta.
Él mira hacia el lugar con el ceño fruncido a mas no poder.

-MALDICIÓN!!-Grita y me suelta de golpe. Se marcha a toda prisa. Observo sin entender, el florero hecho trizas sobre el suelo. Como se cayo? Por que se enojo tanto?
Muchas preguntas sin contestar.
Camino por la casa... O debería decir mansión.

- Mitch ven aquí gatito- llamo a mi adorada mascota pero no lo veo en ningún lado.

Vuelvo a encontrarme con la mujer que dice ser mi madre.

- Te sientes mejor?- pregunta y yo afirmo con la cabeza.

- Seño... Digo... Madre. Haz visto a Mitch? - pregunto mas angustiada.

-  Que? Mitch? De qué hablas cielo?- pregunta con una mirada serena.

- Mi gatito- respondo alzando la voz sin querer

-Querida... Segura que estas mejor? Tú no tienes ninguna mascota... Y menos un gato.

Abro mis ojos de par en par. Entro a la habitación y tomo la primera muda que encuentro. Esculco en el primer bolso que veo y saco algo de efectivo.
Salgo del lugar sin decir nada más. Como era de esperarse la casa esta en la zona mas pija de la ciudad. El recorrido hacia mi antiguo apartamento se me hace enterno.
Llego al fin a la puerta para tocar, pero está se encuentra entre abierta. Entro sin pensar, el lugar esta muy deteriorado. Parece que está abandonado hace mucho tiempo

-Mi...Mitch... Estas a..aqui-titubeo mientras camino entre el chiquero que apenas ayer era mi hogar.

Escucho un maullido y mi corazón se inunda de felicidad. Mitch está ahí, un poco delgado y sucio pero me reconoce al instante y se frota en mi pierna. Trato de tomarlo en mis brazos pero no me lo permite y corre hacia mi antigua habitación.
La puerta chirrea cuando la abro y mis ojos ven con sorpresa la figura de un hombre sobre el suelo.
Esta herido, su espalda tiene laceraciones graves. Los escucho quejarse, y me acerco deprisa a él tomandolo en mis brazos. Abre sus ojos con dificultad y puedo maravillarme con el color violeta que poseen y la paz que trasmiten.

- A..yu..dame- susurra con debilidad y se desmaya en mis brazos. Es un hombre corpulento no puedo llevarlo cargado hasta un hospital. Lo acuesto con cuidado de nuevo.
Salgo a toda prisa a buscar ayuda.  Corro como loca por la calle..No puedo dejarlo morir... Él me necesita..

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⏰ Última actualización: Aug 22 ⏰

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