Apoyó la pistola contra la mesa de madera mientras tomaba asiento, Gustabo desajustó su corbata negra y desabrochó su camisa blanca... Los tatuajes comenzaron a verse aparecer por el cuello, en aquel sitio hacía calor pero al rubio pareció no importarle demasiado.
Esperó a que fuese la hora y prendió los monitores que tenía en frente... Las imágenes aparecieron frente a sus ojos, las habitaciones de cada sector de la comisaría, principalmente la oficina del superintendente Conway...
Gustabo relamio sus labios con curiosidad y excitación por saber que en pocos minutos, aquel hombre aparecería por esa puerta, podría apreciar lo que el mayor haría sin sospechar que estaba siendo observado.
Así fue, tras unos minutos, Jack entró endemoniado por esa puerta, lastimosamente el rubio no podía escuchar lo que decía, tendría que hablar con Horacio para implantar micrófonos en la comisaría... En las imágenes se mostraba a un enfurecido Conway discutiendo con Volkov, el hombre se quitó la chaqueta y aflojó su corbata... Caminaba de un lado al otro, como León enjaulado, enfadado con su comisario.
De pronto, una sonrisa cínica se mostró en el rostro del superintendente, su mirada fría se clavó en la cámara de seguridad que los grababa y de pronto... Nada.
Gustabo ya no tenía conexión con esas imágenes, el maldito viejo, sólo le llevaba 9 años, había logrado sacarlo de sus redes. Sólo pudo largar una carcajada, después de todo... Le encantaba tener tal rival.
- Joder... Sí que me la paso bien aquí, coño... - el muchacho se paró de la silla, tomó su pistola y salió de la habitación...
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Holis... Se me vino a la mente la idea de un Conway x Gustabo mafioso y no pude reprimirla jabdnsjdkadbsk
Esta fic va a estar llena de tensiones así que... Si les gusta leer mis escenas eróticas, van a tener bastantes, POR FAVOR, lean mis Avisos y Aclaraciones
- maex
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Sweet Lies - Internabo
FanfictionJack Conway, el despiadado Superintendente de Los Santos, el alto cargo más temido por los traficantes y mafias pero, para Gustabo, el mandatario no era más que el fruto de su excitación por saber hasta dónde podría llegar.
