Un libro especial, solo para mis OC's.
Encontrarás tanto originales, como pertenecientes a cierto grupo de fandoms.
Entra y disfruta 🤗♥️
Lo estoy volviendo a subir, xd
Hace tanto que no público aquí, pero bueno, aquí les dejó un escrito y dibujos de mi smurfsona, por lo de un evento del Be! (Bad ending) de Mark.
Pa ponerlos en contexto, Mark se volvió un dictador qué vende pitufos, lava cerebros a otros para que le sirvan, mata a los que se le oponen y eso. Todo malote el wey. Por ciertas cosas, Dist se unió a su causa, pero realmente, nunca supo más allá de que mataba a pitufos de la resistencia. De no ser por una amiga (a quien creía muerta), Dist seguiría ahí de obediente con Mark.
Y bueno, de eso trata el escrito. Pasado un tiempo de que se enteró de todo lo que le hacía a los inocentes, Dist confronta a Mark.
Ya mejor les dejó que lo lean 😔👉👈💗
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—¿Es por qué no quieres que vea que ya casi no hay nadie? —El dictador borra su sonrisa y mira al general.
—De una u otra forma lograría salir de aquí para ver lo que realmente estabas haciendo —el azabache seguía conteniendose.
Mark no dijo nada.
—Entiendo que matarás a los de la resistencia, pero todos esos pitufos... —Apreto el puño —Todos esos inocentes ¿Que rayos te hicieron para hacerles eso?
—Nada en realidad —Contesto con indiferencia. —Pero varios eran pitufos inservibles. No me servían para mí causa.
Mark toma una moneda de oro y se dedica a observarla.
—Sus vidas no te pertenecían, a diferencia de lo que firmamos un contrato. —Mark sonrió.
—En eso te equivocas. Aún sin contrato, yo soy él que tiene poder y decido lo que pasará con ellos.
—Si no trabajan para mí, Grenda les hace cambiar de parecer y si son débiles... —Miro a Dist— bueno, es mejor que sean útiles de otra forma. —Le muestra la moneda y luego la deja asentada en su escritorio junto a otras más—No te imaginas cuanto pagan por solo un pitufo.
Se levantó de su silla.
—Mientras tenga dinero, obtendré más recursos, armamento, incluso aliados para conquistar más allá del bosque.
Dist apretó los dientes y Mark sonrió más, estando ya frente a él.
—Si el precio a pagar es la vida de esos inocentes a cambio del poder, estoy más que dispuesto a aceptar ese sacrificio.
El azabache no aguanto más. Con rapidez alzó su brazo y le dio un puñetazo al rostro de Mark.
Este cayó al suelo y Dist se le abalanzó encima.
Lanzaba golpes en todo su rostro, pero Mark uso sus piernas para patearle en el estómago y alejarlo de él.
El pelirrojo se disponía a ir por su espada. De no ser porque distraído la pateó lejos de él y volvió a darle un puñetazo.
Con rabia, Mark respondía con más golpes, siendo algunos en partes vitales y que ya ponían en desventaja al general.
Pese al cansancio, logró lastimar más al dictador, dejando todo un desastre en su oficina. Papeles, monedas y el mismo escritorio esparcidos por el piso o destruidos al caer ambos pitufos encima durante su pelea.
Debido a el escándalo, es que acudieron los soldados de Mark a su ayuda.
Con mucho trabajo, lograron quitarle a distraído de encima —varios quedaron igual de heridos en el proceso— y retenerlo con esposas. Debía ser suficiente, ya que ambos estaban cansados de su pequeño enfrentamiento.
El pelirrojo escupió sangre y se limpió con su guante.
Ordenó que arrodillaran al general, quién inhalaba profundo para tratar de contener su respiración tan frenética.
—Debo admitir que das muy buenos golpes —enseño su cínica sonrisa, a pesar de estar muy dañado su rostro.
—Pistola. —Pidio a uno de los soldados y sin demora se la entregó.
Se acercó y la pegó en la frente del mayor.
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—Has hecho un excelente trabajo para la federación, pero tus servicios ya no son requeridos. —estaba listo para apretar el gatillo.
—¿Últimas palabras, General?
Distraído sonrió como no hacía hace tantos años y alzó su cabeza.
—Espero que disfrutes de esto que has creado mientras puedas. —Mark mostró molestia ante su comentario.
—El gusto no te durará tanto.
El pelirrojo disparó.
El cuerpo cayó con fuerza al suelo.
La sangre escurría y el dictador mostró una mueca de asco. Se retiraba a sus aposentos para que atendieran sus heridas.
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—Limpien este desastre. —Ordenó que se deshicieran del cuerpo y que fueran por los sirvientes para que limpiarán su oficina.
