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Disclaimer: MDZS no me pertenece, solo utilizo los personajes para contar una historia diferente.

Nota del autor: Hola a otra nueva aventura! Como está mencionado esta es una historia omegaverse donde Lan Zhan es el omega que, si bien al principio sufre, tendrá su final feliz.

Acá en México sigue siendo 23 de Enero, así que ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, Lan WangJi!


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<< ¡Wei WuXian, ha muerto! >>

Las palabras se repetían una y otra vez en la mente de un herido y desgastado hombre con un taladre incesante, se tallaban en su corazón como el cincel marcaba las reglas en la enorme piedra de la entrada de su hogar. Reglas que ya no significaban nada... así como su vida ahora carecía de cualquier valor al saber que la persona que más amaba había dejado de existir en el mundo. Lan WangJi cerró los ojos una vez más en busca del ansiado momento en que su alma también dejara el mundo mortal. Los ancianos de la secta estaban decepcionados de su comportamiento e incluso, en voz alta clamaban por la implicación de que el terrible Patriarca Yiling hubiera obrado su magia negra sobre los impulsos de su amado segundo jade, ahora caído en desgracia. Si Lan WangJi hubiera tenido las fuerzas suficientes para ponerse en pie, les habría dejado claro, a cada uno de ellos personalmente y de nueva cuenta, lo que pensaba acerca de sus falsas acusaciones.

<< HanGuang-Jun >> la tímida voz de un discípulo fuera del JingShi le indicaba la hora en que venían a dejarle los alimentos, que nadie dijera que la secta GusuLan era injusta y no daba de comer a sus prisioneros, porque así era como se sentía... prisionero. No esperaba nada menos después de la manera en que se había enfrentado a los treinta y tres alfas más poderosos de la rama principal de los Lan. Incluso cuando todos habían utilizado su potente voz alfa no habían logrado doblegarlo, fue necesario que utilizaran la fuerza física después de que, cobardemente, explotaran talismanes con una preparación de hierbas que alteraron su estado omega. El secreto mejor guardado de Lan WangJi y del que no deseaban que nadie en el mundo del cultivo se enterara y fue la única manera de someterlo. El dolor y la humillación de que utilizaran su segundo género contra él, palidecía en comparación con lo que su corazón estaba sintiendo en esos momentos. La desolación desgarraba su alma y su garganta estaba en carne viva después de las incontables horas que pasó gritando y llamando por Wei Ying. Las matrices que protegían el JingShi evitaban que cualquier sonido, por mínimo que fuese, saliera de las paredes de bambú. No es que le importara mucho, cualquier ilusión de bienestar se había ido y le daba igual si los demás se enteraban de su condición o de sus sufrimientos, si ni siquiera era libre para llorar la pérdida de su alfa, entonces no había nada que valiera la pena. La sola mención de las dos palabras juntas hacía revolotear su corazón y estallar sus ojos en un nuevo río de lágrimas. Jamás había pensado en Wei Ying de esa forma, recordaba claramente el disgusto del joven discípulo de Yunmeng por la tonta división de géneros. Nunca estuvo en los planes de Lan WangJi decirle acerca de que él mismo era un omega. Recordaba como desde siempre era tratado como un beta, era bastante obvio que no podía ser un alfa, a pesar de que la herencia genética de los Lan ayudó mucho en su desarrollo físico, había algunas características inherentes al género omega. Por ese motivo, tempranamente se le instruyó en la meditación y en distintas manera de minimizar sus impulsos de reproducción. De manera deliberada se le expuso ante alfas para que trabajara en bloquear sus instintos y no responder a las hormonas que lo convertirían en un ser lujurioso que manchara el buen nombre de su familia.

Un nuevo sollozo dejó sus labios para fundirse con la oscuridad del JingShi, si fuera por él se dejaría morir en ese mismo instante ¿Qué sentido podría tener la vida? Sin Wei Ying... ¿Qué quedaba para él?

Jade de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora