Is You? || Kusuo Saiki X Reader [actualizaciones lentas]

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¿Nuevos vecinos? Ya es la séptima vez que escucho a mis padres decir eso.

Dicen que los vecinos que llegan a esa casa sólo duran 3 semanas máximo, debido a lo delgado que son las paredes y se escuchan los ruidos de la calle.

No me sorprendería si la nueva familia se va antes de las 5 semanas.

--Kuu!!

Mi madre me llamaba desde la cocina mientras yo veía la ventana.

--¿Podrías ir a entregarles esta canasta de bienvenida a los vecinos nuevos?.

Ella quería ir pero dijo que iría más tarde.

Suspiré y tomé la canasta.

No fue un viaje tan largo. Sólo es al lado de mi casa.
Toqué la puerta y bajé un poco la canasta.

Escuchaba pasos acercarse a través de la puerta y miré la ventana de reojo.

--MAMÁ!! ¡MI HERMANO ME ESTÁ MOLESTANDO!

Escuché una voz muy fuerte y me sobresalté un poco. En ese momento abren la puerta.

--Hola, ¿eres el vecino de al lado?

Una señora salió a atenderme. Era muy animada, sin duda se llevaría bien con mi mamá.

--Buen día señora. Si, soy el vecino de al lado, mi familia y yo le damos la bienvenida a nuestro vecindario. Ellos no pudieron venir, asi que sólo estoy yo.

Papá no quería venir y mamá queria cocinar, pero decirlo así sería muy incómodo.

--¡Oh, muchas gracias! Espero que nos llevemos muy bien.-respondió sonriendo-

Luego de despedirme de la señora caminé hacia casa.

Cuando llegué a mi habitación me fui a mi balcón y  miré la casa de al lado.

--¡OYE KUROKO! TRAE EL LAPIZ, POR FAVOR

¿Otra vez esa voz? ¿Por qué se escucha tan fuerte?

--¿QUE DICES, KUROKO? NO TE ESCUCHO BIEN

Era un poco estresante, pero no pude evitar sonreir.

Mientras miraba el balcón de la casa de al lado, alguien apareció.

Rapidamente desvié mi mirada de ahí y sólo miré de reojo.

Una chica.

Era una chica de aproximadamente 1.60, tenia cabello café y llevaba una sudadera larga. Sus ojos eran grandes y hacia pequeños pucheros.

¿La voz era de ella?. No podría ser. Se ve muy calmada.

No se dio cuenta de mi presencia y...¿empezó a cantar?.

Una melodía muy dulce.

Era un día soleado y yo estaba en casa durmiendo. Lo mejor de los sábados es que puedes dormir hasta tarde.

--KUROKO VEN AQUI!! NO TE VOY A HACER NADAA

--Alejate, loca -Se escuchó una voz masculina-

--DEJA DE CORRER

Era la misma voz gritona, el ruido me despertó y ya no podía volver a dormir. Yare yare.

Fui hacia el balcón y vi a la misma chica de ayer...la que estaba cantando. Estaba lanzandole almohadas a un chico de cabello celeste, como el de Kaido.

Trataba de observar mejor.

--¡¿POR QUÉ APLASTASTE MI PELUCHE?!

--Fue sin querer, además porqué no lo guardaste.

El chico respondía calmado mientras usaba sus manos como escudo.

De la nada, aquél chico miró hacia mi balcón.

Volví a mirar el cielo tratando de no parecer un chismoso.

Al parecer el chico estaba sudando de tanto correr.