Estoy corriendo en un bosque, los arboles miden hasta 5 metros de alto impidiendo ver el cielo, se que es de noche pero no tengo idea de la hora, si dejo de correr me va a alcanzar, siento sus pizadas rapidas como si fuera un lobo, corre muy rapido pero pude sacarle ventaja, lo vi antentes y pude adelantarme a huir.
Tiene forma de sombra, como si su estructura cambiase cada vez que intento verlo,corre en 2 patas aunque creo que tiene brazos, sus ojos son azules como el mar, tan calmos pero propensos a un Tsunami en cualquier momento, brillan tanto que parecían zafiros, nadie creeria que tan bellos ojos provenían de tan tétrica criatura, creo que tiene alas pero nose porqué no las usa, de cualquier manera me alegra que no lo haga.
Sin saber a donde hiur, decido correr hacia donde veo un rio, y me sumerjo, sin tener en cuenta la corriente y las pocas fuerzas que me quedan, luego de luchar contra la corriente, perdí de vista a lo que me seguía, eso me alegraba y perturbaba a la vez, como puedo salgo del agua y camino sin rumbo hasta que logro divisar una cueva con lo que parece que es una piedra en la entrada, me introduzco y logro esconderme de aquella bestia que parece salida de las mas atroces pesadillas, intento calmar mi respiración y recordar como es que me metí en esta situación en primer lugar, pero lo olvidé, de la impotencia empiezo a llorar y ahogo mi llanto entre mis piernas, rogando que ese monstruo este lejos y no pueda oírme, aunque esas orejas gigantes que tiene me hace pensar todo lo contrario, y como olvidar sus garras, parecidas a las de un ave carroñera, junto con ese pico en forma de Oz, con el que podria desgarrarme la piel si quisiera. Y por último, su gruñido, o mas bien quejido, porque sueña como un grito desgarrador de una persona desesperada, que solo podia intensificarse mas y mas mientras se acercaba, no entiendo que pasó ni que es esa abominación, solo se que si no me mata ella, lo hará el hambre o el frio.
Se escucha un sutil ruido fuera de esa cueva diminuta, como si alguien caminara sigilosamente, intentando no ser descubierto, decido espiar por la pequeña abertura que hay entre la entrada y la piedra que puse, y lo veo, en la oscuridad de la noche de otoño, un chico casi igual de agitado que yo, supongo que estará huyendo de esa criatura, hago un pequeño sonido para que note mi presencia, el voltea asustado y logra verme, entiende mis intenciones y rapidamente mueve la piedra para entrar en la ahora minúscula cueva, en donde apenas entramos nosotros.
Finalmente, como si de poesia se tratase, la luz de la luna se abre paso entre los arboles, dejando la cara de aquel sujeto completamente iluminada, su bello rostro me dejó inmóvil e hipnotizada solo con una pregunta en mi cabeza
¿De donde conozco esos brillosos ojos azules como el mar y brillantes como zafiros?
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Necesito desahogarme
Short StorySolo son cosas que necesito decir y no quiero decirlas a nadie, dudo que lo lean pero me gusta saber que al menos lo dije