Bajo Hipnosis || TAEKOOK

Capítulo Único

Su sueño era profundo, se sentía liviano cual pluma. Sentía que volaba, volaba cada vez más alto. Escuchaba 

—Taehyung…. ¡Taehyung!

Una conocida voz lo despertó. Era invierno, estaban en vísperas de navidad, y Taehyung estaba en el centro de hipnosis de Jeon Jungkook, su psicoterapeuta. El centro era pequeño, acogedor y cálido, pero bastante moderno aún así. Sin embargo, lo que más se destacaba de él era el color rojo que lo cubría. 

Las paredes del centro eran de madera caoba, los almohadones eran color escarlata, las suelas de los zapatos que frecuentemente utilizaba eran color vino, y las rosas que decoraban su escritorio tenían un bonito color sangre. A cualquier rincón donde se dirigiese la mirada se podía percibir el tono, y es que Jeon era un fiel amante del color rojo, después de todo.

El joven era un chico extremadamente organizado y sumamente meticuloso con su trabajo. Le gustaba que todo tuviese su tiempo y su lugar, por ello mismo era que contaba con más de tres agendas, todas llenas de pesadas hojas cargadas de tinta, y documentos adheridos con clips de plástico color carmesí. 

Cuando Taehyung despertó se encontró con las flores escarlata que relucían sobre el escritorio de su doctor, dentro del jarrón. Lo halló extraño cuando estas le recordaron a algo más, pero no sabía qué era. 

—¿Cómo te encuentras? ¿Todo bien?—Insistió Jungkook.

El castaño asintió. Esta era la decimoquinta reunión con el azabache, o sea que ya hacía un tiempo que se habían comenzado a conocer el uno al otro. En la primera cita, Taehyung le contó de lo que iba siendo de su vida. Le habló sobre sus intereses, sobre las cosas que le disgustaban, sobre su adorable mascota, y también le habló sobre su pareja.  Porque, si, Taehyung tenía pareja. 

La realidad es que era de esperarse, el castaño era una persona adorable. Era empático, inteligente y atractivo, lo cual era poco decir. 

Taehyung era un ser más que bien parecido, ‘apolíneo’ había sido como lo describió el azabache. Por esto mismo, a Jeon no le pareció gustar la idea de que Kim estuviese con alguien más. Fue allí, desde la primera cita médica, que lo que en algún momento se suponía que debía ser amor, se tornó en una leve obsesión. 

Jeon era una persona culta con un don para la inteligencia. Su gran intelecto fue lo que lo llevó a hacer cosas que una persona corriente no podría llegar a hacer siquiera intentándolo. Una de estas cosas se le había ocurrido tan sólo unas semanas antes de navidad. 

Mataría a la pareja de Taehyung, Kim MinJae.

Lo extraño de todo esto fue lo difícil que le resultó cometer el asesinato, usualmento le era extremadamente fácil manipular la mente de sus pacientes para tenerlos a su merced. El plan se basaba en eso mismo, hipnotizar a Taehyung, y de esa forma no ensuciarse las manos en el proceso. 

Él mismo lo haría, sería un trágico romance que llegó a su fin gracias a una trágica muerte, pero las cosas no fueron como Jeon esperó: Taehyung era más difícil de doblegar de lo que parecía, no acataba órdenes fácilmente y eso, claramente, se convirtió en un problema que le costó tiempo al azabache.

Con cada cita que tenían, Taehyung progresaba y era más receptivo y flexible ante las sugestiones de Jungkook, incluso ya había intentado asesinar a MinJae, pero para la mala suerte de el psicoterapeuta, todos habían sido intentos fallidos. 

Lo primero que le ordenó fue que lo envenenara, entonces le dijo a Taehyung que le diera de comer setas venenosas dentro de un plato de champiñones, el problema fue que MinJae no era realmente fanático de los champiñones, entonces los rechazó.