Capítulo 1

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No soy dueño de Naruto o Dany Phamton.

Antes del accidente que cambió mi vida para siempre, nunca tuve que preocuparme por los fantasmas. Claro les tenía un terrible miedo pero nunca me imaginé que terminaría peleando con fantasmas reales.

Todo comenzó cuando estaba regresando a mi apartamento después de haberme liberado del poste de madera en el Campo de Entrenamiento Siete. La razón por la que estuve atado era porque mi nuevo sensei, Kakashi Hatake, y mis compañeros de equipo, Sasuke Uchiha y Sakura Haruno, me habían dejado atado, justo después de que Kakashi predicara cómo los que abandonan a sus amigos y compañeros de equipo son basura.

Durante las primeras horas, realmente había creído que volverían y me desatarían y que simplemente se habían olvidado de mí.

Pero cuando habían pasado cinco horas, lastimosamente me dí cuenta de que no iban a regresar y tuve que desatarme sólo, algo muy difícil de hacer cuando no podía alcanzar mis armas o mover los brazos, dejándome simplemente luchando contra las cuerdas esperando que se aflojaran lo suficiente para poder soltarme.

Claro lo más seguro es que me dejaron y se olvidaron de mí simplemente por ser el último muerto y un fracasado como un ninja.

Pero no era mi culpa sino de los maestros.

Siempre terminaban echándome de la clase por las más pequeñas cosas o me echarían sin razón alguna, así que tuve que aser todo lo que pude con lo poco que aprendía.

Mientras caminaba de regreso a mi apartamento me detuve de repente enfrente de una casa abandonada la cual tenía un enorme letrero en la parte de arriba diciendo FentonWorks.

Yo sabía de quién era esta casa. Era la casa de Jack Fenton uno de los pocos vecinos que realmente me trató como una persona normal. Lamentablemente falleció ase un año.

Muchas personas lo llamaban loco por creer en los fantasmas y que se suicidó por no encontrar pruebas de que fueran reales. Su muerte no significo nada para los personas de Konoha de echo se sentían aliviados de que a la persona a quién consideraban un loco finalmente haya muerto.

Pero para mí si fue doloroso ya que incluso si no lo conocía muy bien, Jack había sído de los pocos que me trataron como un humano y no como una especie de Mounstro.

Finalmente decidí echar un vistazo a la casa para ver cómo estaba desde que Jack falleció. Y asegurarme de que nadie allá robado algo de la casa ya que la mayoría de los aldeanos tendían a robar las casas de las personas que morían y que eran marginados sociales como Jack.

Abrí la puerta, usando la llave que estaba debajo del tapete y noté que los muebles y el piso estaban muy polvorientos desde que alguien los limpio por última vez.

Decidí examinar un poco más y noté las escaleras del sótano y recordé que ahí era donde Jack me había contado una vez que hacía sus experimentos.

Fue más por curiosidad que por cualquier otra cosa pero decidí bajar a ver como estaba el lugar.

Cuando baje las escaleras del sótano y por lo poco que sabía de Jack, lo había convertido en un laboratorio incluso antes de que yo naciera.

La iluminación era tenue y la mayor parte provenía de varias máquinas que proyectaban un inquietante brillo verde neón sobre todo. Mi nariz se arrugó por los espesos vapores químicos en el aire.

El laboratorio estaba hecho un desastre de eso no había duda.

Varias herramientas y proyectos sin terminar cubrieron los bancos de trabajo, los planos estaban esparcidos por el piso, frascos con un extraño limo verde brillante en los estantes y lo que reconoció como armas ninjas que tenían un diseño de color verde y plateado de todas las formas y tamaños se alineaban en todas las paredes del sótano.

Ninja fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora