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La casa de TBZ estaba en completa calma, cada uno estaba en su habitación haciendo sus cosas o descansando.
Todo era paz, hasta que un chillido retumbó en las paredes, sacando a Hyunjae de su burbuja de tranquilidad.
Salió al pasillo, encontrándose al resto de sus compañeros en la misma postura que él.
Tras analizar quién faltaba corrió en dirección de su amigo.
Juyeon se encontraba en el suelo, sus rodillas pegadas al pecho y su cabeza entre ellas.
La sangre de Hyunjae hirvió al verle en ese estado, cogió su teléfono que había sido lanzado contra la pared.
El artilugio tenía la pantalla rota pero a pesar de ello, el chico de pelo gris podía ver perfectamente.
Su mente dejó de funcionar por unos segundos mientras el teléfono se deslizaba de sus manos, cayendo de nuevo al suelo.
No podía creer lo que estaba viendo.
- Dime que es broma Juyeon - habló con voz temblorosa.
Aún así, no obtuvo respuesta.
Ambos chicos estaban en estado de shock.
Eric fue el primero en entrar en la habitación del mayor y se sorprendió al verles tan quietos y callados.
Cogió el teléfono del suelo y jadeó al ver lo que le habían mandado a su compañero.
- Sangyeon Hyung, - llamó con voz suave al líder - Youngju... Está viva.
El resto de chicos no sabía cómo tomarse esa noticia.
De nuevo el silencio se hizo presente, todos estaban en sus mentes sin procesar la nueva información.
- Youngju qué - una tímida voz femenina se escucho tras todos los chicos.
Todos se giraron para observar a Sunhee, algunos ni sabían que la chica estaba en casa, ni siquiera sabían de su existencia.
Los ojos de la chica se aguaron y Changmin le rodeó los hombros, intentando reconfortarle, pero en ese instante no servía para nada.
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