Prólogo

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Andrea era un joven de 15 años, mide 1.44 m, tiene el cabello café largo al igual que los ojos, hoy era el primer día de las vacaciones de verano Andrea se acaba de despertar, se levantó de su cama y con la pijama aún puesta bajo las escaleras hacia el comedor para desayunar.

Cuando bajo lo primero que noto fue a su hermana Laura, ella tiene 13 años, cabello largo café y los ojos del mismo color, la mayor diferencia entre ella es que Laura mide 1.50 y tiene obesidad mientras que Andrea está al borde de la anorexia

--Buenos días hermana. Dijo Laura mientras terminaba de comer.

-- Buenos días, ¿Donde esta mamá?. Dijo Andrea 

-- En su habitación, solo bajo a preparar el desayuno y volvió a dormir. Dijo Laura tranquilamente.

-- Ok, ¿Qué hay de desayunar?. Dijo Andrea sabiendo que no había nada

-- Pues ya no hay nada hermanita, me comí todo, no sabía que ibas a querer. Dijo Laura burlándose de su hermana mayor

-- No te preocupes hermana. Dijo Andrea mientras subía hacia su habitación

Andrea solo pensaba en decirle a su hermana cerda, estúpida, tonta, abusiva, etc. Pero no lo hacía porque si alguien le decía algo así a su hermana ella empezaba a golpear a las personas y Andrea no estaba de humor para eso

Decidió tomar su celular y hablar con un amigo, después de un par de minutos ella fue a la habitación de su mamá

-- Buenos días mamá, ¿Me das permiso de salir con un amigo?. Dijo Andrea

-- Buenos días hija, claro que sí, diviértete. Dijo su mamá tranquilamente

Así Andrea se puso un pantalón de mezclilla y una blusa morada, cuando estaba lista salio de su casa con rumbo al parque

Finalmente había llegado al parque y vio a su amigo Eduardo, el era un chico de cabello negro corto, sus ojos también eran negros, era alto media 1.80 y tenía algo de sobrepeso cosa que era rara porque hacía mucho ejercicio

-- Hola Andrea. Dijo Eduardo tranquilamente

-- Hola Eduardo. Dijo Andrea algo desanimada

-- Déjame adivinar, tu hermana otra vez. Dijo Eduardo algo molesto

-- Si, ya no la soporto. Dijo Andrea con fastidio

-- Deberías ponerle un alto. Sugirió Eduardo

-- Si, pero no sé como. Dijo Andrea aún desanimada

Eduardo se quedó en silencio por unos minutos y cuando volvió hablar ya tenía una idea

-- Tengo una idea, ve a mi casa a las 6 de la tarde. Dijo Eduardo emocionado

-- Ok. Dijo Andrea emocionada

Así ambos fueron a sus respectivos hogares a descansar un poco

Continuara....

una venganza crecienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora