🍁Única Parte🍁

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Harry miró por última vez al alfa de sus sueños, Louis, reírse con sus amigos y darse golpes juguetonamente. Estaba totalmente perdido por ese hombre, dueño de su mente y sus más íntimos sueños. Y es que la verdad, desde que ingresó a esta universidad, quedó totalmente prendido por el castaño. No era tan alto, pero eso era lo menos importante. Sus ojos «¡oh sus malditamente bellos ojos!», sus hermosos ojos azules. Lo hipnotizaba completamente cuando cruzaban miradas en los pasillos, lo cual pasaba muy raramente.

Harry recuerda vergonzosamente cuando hizo contacto visual con el alfa. El castaño le dedico una simpática sonrisa, dejando a un perplejo y furiosamente sonrojado Harry. Con el simple hecho de volver a recordar ese suceso, el ojiverde se pone rojo como un jodido tomate.

Y siguiendo describiendo a su futuro alfa, este tenía una quijada marcada al igual que sus pómulos. Su ligera barba, y sus finos labios, que Harry deseaba besar con toda su alma.

Pero, siempre hay un pero. Harry era invisible para los ojos de los demás estudiantes, ya que era como el nerd de la universidad. Y bueno Louis era el mejor jugador de fútbol del equipo «"Los puercoespines"» . Siempre centrado en dos cosas, en sus estudios y Louis. Aparte que su vestimenta lo delataba. Sus gruesos lentes con contorno negro, tapaban la belleza de sus ojos verdes. Sus pantalones caqui y sus enormes sudaderas que tapaban su curvilínea figura. Lo único que le gustaba de su apariencia era su cabello, sus rizos definidos y suaves. Podía pasar días sin bañarse y sus rizos seguían de suaves y sin enredos.

Justo ahora se encontraba en su lugar favorito, la biblioteca, leyendo un libro de ciencias, para ser exactos la anatomía humana. Necesitaba estudiar para su examen de Biología de la próxima semana. Estaba tan concentrado que no noto la llegada de un grupo ruidoso de amigos que se adentraban a la biblioteca, entre ellos el amor platónico del rizado. Pero como mencionamos, Harry estaba sumergido entre los libros de anatomía que ni cuenta del grupo, que ya habían notado su presencia. Se acercaron dispuestos a entablar conversación amistosa con el solitario muchacho que siempre pasaba con la cabeza gacha por los pasillos. Dispuestos a entablar una nueva amistad.

Pero por supuesto que el rizado era extremadamente tímido, que ni bien noto el acercamiento de los demás jóvenes, rápidamente se puso nervioso y sus manos comenzaron a sudar excesivamente. De pronto el ambiente era muy tenso para el.

— Hey ricitos. — Mencionó el rubio, Niall, el más alegre y social del grupo. Harry levantó nerviosamente la mirada y acomodo sus lentes. — ¿Qué lees? — Preguntó animadamente el rubio.

— A-anatomía hu...humana. — Harry se hallaba jodidamente nervioso y más aún, cuando noto que Louis lo miraba fijamente. Desvío la mirada y la fijo en Niall.

— Uh... interesante. Es para el examen de biología. ¿Cierto? — dijo Niall mirando el libro en la mesa. — Detesto a la profesora Ana, es una vieja solterona que descarga su ira contra mi persona, ¡Lo cual no entiendo, yo soy un amor de persona! — Harry quiso soltar una carcajada pero los nervios lo traicionaron, haciendo que soltara más una mueca que una risa. Esto pasó desapercibido para los chicos, excepto para Louis, que se no se extrañó por el comportamiento del chico, debido a que era alguien solitario, que se la pasaba en la biblioteca.

Harry quiso morir en ese instante ya que se puso rojo como un tomate, tuvo que bajar la mirada y seguir concentrándose en el libro y esperar a que los chicos se aburrieran y se fueran. Niall lo noto para su desgracia, así que enternecido por la situación puso su mano en el cachete del chiquillo y lo presionó suavemente.

— ¡Ow! Eres tan tierno, quisiera pellizcar toda mi vida esos cachetes tan lindos. — Harry quiso que la tierra se lo tragara y nunca lo dejara salir. Estaba quedando en ridículo, frente a su al amor de su vida.

Cartas para Louis, «Larry stylinson» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora