Capítulo 1

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¿Por qué lo hago? ¿Qué sentido tiene? ¿Hasta cuanto resistiré? Pensaba en esto mientras caminaba por el largo camino de regreso a mi casa ¿Qué sentido tiene siquiera volver a casa? Por más que me lo proponía era inevitable pensar en ello.

Al llegar a mi calle, pasó exactamente lo mismo que todos los días; estaba este grupo de hombre sentados en la esquina, intimidándome de alguna manera. Pareciera como si ese fuese su trabajo, estar ahí sentados en cajones de cervezas, hablando de baseball, política o de cualquier otro tema que no tuviera importancia... no para mí. Doble torpemente por la esquina, solo concentrándome en mis pasos, siempre hacia eso. Caminar y olvidarme de todo. A pesar de que vivía en el mismo lugar por casi toda mi vida, aun no estaba acostumbrado a ese tipo de personas.

Soy un chico de diecisiete años; alto, muy alto desgraciadamente. Se pensaría que ser alto es algo bueno, bien quizás lo sea, pero no si eres extremadamente delgado, eso me hace tener un aspecto algo extraño. Alto, delgado, pelo negro...quizás si el concepto que la sociedad nos da acerca de la belleza fuese diferente, yo sería atractivo, pero mientras tanto soy solo una persona. Al menos eso pienso yo.

Al llegar a casa mi abuela estaba sentada fuera. Ella es ese tipo de personas que tienen el talento de ser ellas mismas, de no preocuparse por lo que las demás personas pienses. El único objetivo de su vida es simplemente ser feliz...solo ser feliz.

Me detengo y me inclino para saludarla.

─ ¿Cómo te fue hoy?─Me pregunta.

─Normal ─Le digo encogiéndome de hombros─ Como siempre.

Ella me sonríe levemente y yo le devuelvo la sonrisa. A pesar de que tenía el pelo blanco  y la cara arrugada por la vejez, aun se le podía percibir un brillo de juventud y libertad al sonreír.

Abrí la puerta y camine hacia mi habitación, pasando por la cocina; mi madre estaba terminando de preparar el almuerzo. ─Hola─ Le dije.

─Hola─ Dijo ella sin mover la mirada. Estaba disolviendo un cubito de caldo de gallina sobre la carne. Seguí caminando hacia mi habitación, atravesé la cortina que yo mismo había puesto justo el día después de que mi padre la derribo. Mi papá Marcos, es el tipo de personas que no aprueba el pensamiento libre. Se molesta por todo, por que lean, porque vean la televisión, porque escuchen música...absolutamente por todo. Se rige bajo el concepto: "En mi casa se hace lo que yo mande". Esas fueron las palabras que le escuche decir la noche que derribo mi puerta.

Al entrar a mi cuarto vi a mi hermano Luis sentado en su cama usando mi computador. Luis es un año menor que yo, la mayoría del tiempo nos llevamos bien pero en ocasiones ni siquiera lo soporto. Supongo que los conflictos entre hermanos son inevitables, esta incorporado en la mente del ser humano.

─ ¿Qué haces?─ Le digo.

─Nada, jugando Need For Speed─ Me contesto sin siquiera levantar la mirada.

Me quite los zapatos y me recosté en mi cama, saque mi celular y mis audífonos y me dedique a escuchar música. Dicen que la música es buena para despejar la mente y las emociones, bueno estoy completamente de acuerdo con eso. La música me hace olvidar de quien soy.

─ ¡Luis! ¡Kevin!─ Escuché la voz de mi madre llamarnos a mí y a mi hermano para almorzar. Me levante casi de inmediato y me dirigí al comedor. Luis llego poco después de mí. Se sentó frente a mí y comenzó a servirse su comida.

Mi abuela nunca comía con nosotros, comía en el sofá mirando el televisor. Mi madre en cambio siempre se sentaba con mi hermano y conmigo, sentada en la última silla de la mesa.

Comimos en silencio por varios minutos.

─ Saldré esta tarde─ Dijo mi mamá mientras conducía una pieza de pollo a su boca.

─ ¿Cómo que saldrás?─Dijo Luis ─ ¿A dónde iras?─

─ Iré al hospital con Frank. Su abuela no podrá ir con el así que me pido que lo acompañara esta tarde.

Frank es el padre de Marcos, es un hombre bueno, cuando lo veo solo me pregunto ¿Cómo alguien como Frank crio a alguien como Marcos? Eran completamente diferentes, Frank era Tranquilo y Abnegado, mientras que Marcos era Soberbio y carente de paciencia.

─ ¿Enfermo otra vez?─ Pregunto mientras recojo mi plato.

─Si ─ Contesta Mamá─ Joselyn me lo pidió esta mañana, porque anoche volvió a tener el mismo dolor en el abdomen.

─Bueno ─Digo desde la cocina─ Si las cosas siguen como van.

─Mejor cállate Luis ─Interrumpió mi madre ─No tienes que venir a echar tu pesimismo.
─No es pesimismo─ Le digo ─Solo es sentido común.

Mi madre es una persona algo... Complicada... Multifacética, en algunos momentos está perdida en sí misma, en otras esta pendiente de su familia y en algunas actúa como la persona más positiva del mundo...Ese tipo de personas que piensan que tan solo con tener buenos pensamientos se pueden solucionar los problemas del mundo. Yo, por mi parte prefiero ser realista, con los pies bien fijos en la tierra.

─Pero no te enojes─ Le digo mientras le pellizco suavemente las mejillas. Ella sonríe por un momento. Si hay algo que me gusta de ella, es verla sonreír. Me conforta el simple hecho de que ella pueda ser feliz.

─La vida es para aquellos que tienen el valor de atreverse a soñar─ Me dijo mientras volvía a la mesa.

─Quizás tengas razón─ Le digo mientras me dirigía nuevamente a mi cuarto.

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⏰ Última actualización: Oct 06, 2016 ⏰

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