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Kagome se interpone entre Sesshomaru y el comandante haciendo una reverencia hacia este último - Mi nombre es Kagome soy la sacerdotisa y guardia de la shikon no tama y me disculpo en nombre del Lord Sesshomaru, comandante Kazuo nosotros venimos a ver al señor Hitoshi ya que tenemos hablar con el de un tema urgentemente-

Rápidamente el comandante recupero la compostura y volvió a un semblante neutro pero sus ojos no dejaban de brillar – Por ser el Lord de las tierras del Oeste tiene un pase diplomático así que le pido una disculpa ya que el guardia no tenía conocimiento de esta regla, además por lo que veo la sacerdotisa Kagome debe de ser muy importantes para conocer el nombre del señor Hitoshi así que adelante, los escoltare hasta el castillo, síganme por favor –

- Si Señor – entonces Kagome prosiguió a seguir al comandante y detrás de ella se encontraba un Sesshomaru muy confundido –"¿Cómo es posible que Kagome conociera el nombre del comandante?" – pensó Sesshomaru.

Kagome estaba asombrada de como el castillo no había cambiado tanto a pesar de los años, el jardín seguía siendo tan verde y floreado, recordó todos aquello días en los que paso corriendo por aquellos jardines en compañía de su familia y la melancolía la invadió, no había caído en cuenta que ya nunca volvería a ver a sus padres, ellos se habían ido, una pequeña lagrima se deslizo por su mejilla pero rápidamente la limpio. Sesshomaru olio un poco de sal proveniente de la sacerdotisa quiso ver que era lo pasaba, pero el comandante se interpuso en su camino

Mientras caminaban el comandante veía de reojo a Kagome, había visto aquella lagrima, - Es muy bello el paisaje ¿verdad señorita? –

- Si, es precioso, me trae muchos recuerdos de mi niñez – le dijo mientras le mostraba una reluciente sonrisa, pero llena de melancolía. El comandante Kazuo ya no dijo nada, sabía que no podía hacer nada con ella hasta estar seguro de que en realidad era quien el creía que era, ella era tan parecida a quien tanto extrañaba.

Poco a poca las puertas del castillo se abrieron ante ellos, era un lugar muy hermoso, las paredes era de un mármol muy reluciente, estaba lleno de floreros enormes llenos de flores de distintos colores y tipos

- Por el momento el señor Hitoshi no se encuentra, lo podrán ver mañana, así que se tendrán que quedar por hoy aquí así que les asignaremos unas habitaciones Lord Sesshomaru la jefa de mucama estará a su disposición, lo guiara a su habitación y a sus acompañantes les asignaran habitación cerca de las suyas-

Poco a poco una mucama se acercó a ellos - Buen día Lord Sesshomaru y compañía mi nombre es Ameno por favor sígame –

- Sacerdotisa Kagome por favor me podría regalar un poco de su tiempo? deseo hablar un momento con usted –

- Esta bien comandante, será un placer- se dio la vuelta y le dio la espalda a Sesshomaru

- Miko espera – le dijo Sesshomaru a Kagome mientras la tomaba de la mano – iré con ustedes -

- Lo siento lord no puede acompañarnos, necesito hablar con ella en privado -

- Esta bien Lord Sesshomaru, usted ya cumplió con su parte del trato ahora es mi turno- le decía mientras se soltaba del agarre y se alejó de él para proseguir a seguir al comandante. Sesshomaru no sabía cómo reaccionar, ella se había alejado de él lo cual daño un poco su orgullo, ella era su pareja ¿Cómo se atrevía a alejarlo de esa forma? solamente se quedó viendo como Kagome se alejaba por aquel pasillo, -"Esto no se quedara así Miko"-.

La caminata entre Kagome y Kazuo fue en silencio, pero nada incomoda, entraron a un despacho muy grade y Kazuo cerró las puertas.

Kagome se encontraba impresionada sobre la gran cantidad de libros y pergaminos que había en las paredes y los estantes – Vaya Kazuo por lo visto has cambiado ya que recuerdo que no te gustaba leer decías que eso era para los sabelotodo, que tu no necesitabas leer ya que te convertirías en el comandante y solo necesitarías aprender a combatir para protegernos a Seina y a mí – de la nada sintió unos brazos a su alrededor

- Oh por Kamisama en realidad si eres tú¡¡ no tienes ni idea de las veces que rece para que volvieras a nuestro lado Aome – Kagome se dio la vuelta y vio los ojos llorosos de Kazuo

- Vaya se siente tan raro que me llamen por ese nombre, hace años que nadie lo hacía, yo también te extrañe mucho Kazuo – le dijo mientras lo abrazaba fuertemente y lloraban los dos

- Pero ¿Cómo es posible que estés con vida?, yo encontré tu cuerpo en un cuarto del castillo, te tome entre mis brazos esperando que mi calor te calentara y respondieras, pero nunca fue así-

Kagomelo tomo del rostro - Oh Kazuo¡¡¡ lo siento tanto, no debiste de habermeencontrado tú, no tenías que sufrir por eso 

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