Parte Cuatro.

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Jueves, 23 de febrero.

Habían pasado unos cuantos días desde su último encuentro. Los días no habían cambiado nada para ambos chicos a excepción de que ahora compartían mensajes de vez en cuando.

Jueves, un día que Kenma aborrece con todo su ser ya que es el día en el que los profesores de la universidad les dejaban más tarea en conjunto. Y aunque era un día demasiado atareado nada le impedía estar recostado en su cama mientras jugaba con su consola portátil.

Unos toques en su puerta hicieron que perdiera la partida, se levantó de mala gana de la cama y se dirigió a abrir la puerta; se quedó congelado al ver a Kuroo y a Shōyō frente a él.

— Sorpresa. —habló Kuroo mientras entraba al dormitorio obligando a Hinata a entrar con el—. Encontré a chibi-chan en el camino así que lo traje aquí. Una visita de tu novio no hace daño de vez en cuando ¿Verdad?

— Eso no es lo que realmente paso. — mencionó Hinata.

— Bueno, no es importante como es que llegaste aquí. —sonrió—. Hoy le harás compañía a Kenma, como te venía diciendo en el camino hoy es el día en la semana en que el que está demasiado ocupado y como te puedes dar cuenta —señalo los libros y cuadernos cerrados de Kenma—. Él lo está dejando para último momento.

Dicho eso tomo el videojuego que estaba en la cama de Kenma y se lo entrego a Hinata. — No se lo entregues hasta que termine sus deberes.

Hinata lo miro confundido, sin embargo asintió. — Kuroo-san, me estás dando órdenes de que cuide a Kenma como si se tratase de un niño pequeño. ¿Qué pasa si yo tengo deberes o planes? ¿Dónde queda mi opinión a todo esto? —replicó ofendido pero con una pequeña sonrisa.

Y solo así, Kenma se percató que Shōyō llevaba consigo una mochila; supuso que sus clases recién habían culminado.

— ¿Los tienes? —Preguntó Tetsurō divertido, Hinata desvió su mirada y negó con la cabeza mientras hacía un ligero puchero—. ¡Perfecto! No hay problema alguno, además tendrás una tarde con tu novio ¿Acaso no soy una persona muy considerada?

— Oigan ¿Y mi opinión no cuenta? —preguntó Kenma, sin embargo fue ignorado por ambos chicos.

Hinata río mientras negaba con la cabeza. — ¿Y por qué no te quedas tú?

— Yo saldré con una persona. —Mencionó mientras caminaba en dirección a la puerta—. Muy bien disfruten su tarde, cuídense, usen protección ¡Adiós!

Ambos se quedaron en silencio cuando vieron que la puerta se cerró completamente. Shōyō miro a Kenma y le sonrió con travesía.

— ¡Que coincidencia, Kenma!

— ¿Cómo es que terminaste en esta situación? —preguntó mientras le hacía una señal para que se pusiera cómodo.

— Kuroo-san estaba siendo mal tercio entre Bokuto-san y Akaashi-san; cuando me vio salir de la facultad su rostro se ilumino y de un momento me encontraba siguiéndolo.

Kenma suspiro. — ¿Al menos ya habían terminado tus clases?

El chico pelinaranja asintió. — Puedo irme si es lo que quieres.

— No quiero eso, además es bueno que pasemos tiempo juntos ¿No? Para conocernos más.

Hinata asintió con una sonrisa. Vio como Kenma tomaba asiento frente a un pequeño escritorio y comenzaba a abrir sus libros.

— ¿No vas a hablar? Sera bastante aburrido si nos quedamos en silencio; esto llevara un largo rato.

— Eso contaría como distracción.

Take my breath away.  |KenHina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora