Perdóname - sasusaku (EN EDICIÓN)

Capitulo-1-

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Sakura

El olor a tabaco y alcohol inundaba mis fosas nasales.

Tenia tiempo trabajando en ese lugar pero sabia que, si diez años trabajaba ahí, diez años seguiría con nauseas y dolor de cabeza por no poder acostumbrarme al ambiente repugnante.

Ahí era donde la magia surgía. Los hombres llegaban a sus casas después de trabajar todo el día para poder descansar en sus casas, pero en estas desafortunadamente se encontraban sus esposas tan estresada por los niños y las cuentas que preferían salir a morir ahogados por su propio vómito después beber a más no poder.

Aun que era gracias a eso que podía subsistir pero jamás seria suficiente para ella aun que no me lo dijera.

Solía creer que era una pesadilla pero con el paso del tiempo me di cuenta que es la realidad y la realidad es lo único que hay

Caminando hacia la barra sentí una mano golpeando mi trasero

-Hijo de...

-Tranquila, muñeca

Había alzado mi mano para golpear al hombre pero él rápidamente la detuvo y me acerco a sí tomándome de la cintura

-Para eso estas, ¿o no?

Me soltó.

-Idiota. -lo miré fulminante y me devolví a mi camino para seguir con mi trabajo

Que la noche termine lo antes posible, por favor

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Después de todo el caos vivido, por fin podía sentir que el aire fresco entraba por mi garganta y llegaba a mis pulmones para darme un poco de paz física y mental.

Mis pies dolían con cada paso que daba.

Todas las noches, después de cerrar, debía dirigirme a la avenida mas cercana para tomar un taxi y llegar rápido y segura a casa

Las peligrosas calles estaban casi totalmente oscuras y solitarias, tan, tan solitarias que solo se escuchaba el ruido de mis tacones chocando con el piso

Esa era una de las noches en las que no me quedaba tiempo para cambiar mi vestimenta de trabajo por una mas decente

Se podían ver las luces al final de la calle y yo comenzaba a tomar alivio de al fin terminar lo peor de mi noche, sin embargo, la suerte no estaba de mi lado

-¡Ey, chica, ven aquí!

Esto no podía estar pasando.

-Anda, amor, ¡acompáñame un rato!

Traté de apurar mi paso y el silencio regresó
Por unos segundos creí que estaba a salvo

-¿No te enseñaron que debes responder cuando te hacen una pregunta?

Era el tipo del bar.

Me había tomado por los brazos y acorralado contra la pared.

-Si no quieres por las buenas entonces será por las malas

El aire que anteriormente abundaba dentro de mi ahora había desaparecido.

Yo no podía moverme ni podía soltar palabra; solo sentía las manos de aquel tipo en mi cuerpo y su boca bajando por mi cuello.