𝑷𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆

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En una gran mansión hecha de madera oscura como la oscuridad, con antorchas con llamas Rojas como la sangre, se encontraba en la habitación principal, sentado en un trono hecho de piedra oscura con tallados ilegibles para aquellos que no pertenecí...

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En una gran mansión hecha de madera oscura como la oscuridad, con antorchas con llamas Rojas como la sangre, se encontraba en la habitación principal, sentado en un trono hecho de piedra oscura con tallados ilegibles para aquellos que no pertenecían al Infierno, el Rey Demonio.

Su cabello blanco con puntas grises despeinado, orejas puntiagudas con varias perforaciones, y un par de cuernos largos que crecían desde detrás de estas de color negro que pasaba a rojo carmesí en las puntas. Su piel clara como la de un fantasma, ojos rasgados con largas pestañas de color azul brillante con pupila alargada como la de un felino, cejas finas y arqueadas, sus párpados pintados de rojo con dorado, varias marcas en la parte inferior de sus mejillas en forma de triángulo que bajaba hasta perderse en su ropaje, una gran sonrisa en sus labios mostrando sus dientes afilados como el de un tiburón manchados de sangre. Su vestimenta consistía en una chaqueta tradicional china, color negra con mangas acampanadas con el interior de color rojo, los botones que estaban perfectamente cerrados eran de color sangre, pantalones de estilo militar color negro y largas botas hasta sus rodillas de color rojo con plataformas. Sus delgadas manos llevaban múltiples tatuajes tanto en el dorso como en los dedos, largas garras negras y un anillo de obsidiana.

-¡Lucifer-Sama! ¡Los Ángeles! - Una mujer demonio con cabello negro y piel morada con ojos grises, apareció con voz agitada, arrodillandose frente al chico que se encontraba en el trono.

-Mierda... Ellos jamás se cansarán de molestar- Gruñó dando un puñetazo contra los bordes del trono. De inmediato se puso de pie y sus ojos pasaban a ser de color rojo carmesí y sus pupilas pasaban a ser más marcadas, al tiempo que venas se empezaban a hacer notar por su cara. -Me tendré que meter yo- Caminó con molestia hacia la salida de la habitación, con la demonio aún arrodillada aunque mirándolo con temor.

-Pero Señor... Eso es lo que ellos quieren, quieren que vayas a por ellos- Murmuró con preocupación poniéndose de pie. Lucifer posó su mano en el pomo de la puerta y volteó a ver de reojo a la subdita.

-Pues les cumpliremos el capricho- Salió rápidamente de la mansión, sus pisadas eran tan fuertes que hacían a los soldados demonios temblar al sólo verlo, la temperatura comenzaba a bajar súbitamente al igual que distintos susurros empezaban a escucharse detrás del chico.

Se dirigió a donde se encontraba la batalla. Distintos demonios desplegaban sus alas para pelear a la par de los Ángeles, otros se encontraban sumamente heridos. El cielo normalmente rojo se encontraba con un portal de color blanco, con distintas cargas de energía provenir de él. Quizás por donde vinieron los Ángeles.

Los árboles secos del bosque se encontraban todos derrumbados. Los Ángeles de cabellos claros y hermosas alas blancas parecían llevar ventaja comparado a sus soldados quizás debido a la luz que emitía aquél portal.

Los demonios son seres de oscuridad, por lo tanto, son más poderosos cuando hay escasa o ausente luz, y, en caso de que haya una fuente grande de luz, suelen perder fuerzas en un 50% o más en caso de no ser de la Familia Real.

𝕮𝖔𝖕𝖎𝖑 𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓 •| ᴛᴀᴍᴀᴋɪ ᴀᴍᴀᴊɪᴋɪ x ᴍᴀʟᴇ! ʀᴇᴀᴅᴇʀ x ᴛᴏɢᴀᴛᴀ ᴍɪʀɪᴏ |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora