CAPÍTULO 14

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- No seas exagerado –

- Dime ¿Dónde te tocó? –

- En serio Itachi, no seas ridículo, que tiene de malo –

- Nadie puede tocarte, solo yo – el pelinegro limpiaba el mentón del rubio con su saliva.

- Oye no hagas esos, es asqueroso –

- jajajajaja es mi saliva, cuando te beso no dice que asco –

- Tonto, bueno ya déjame y por favor no hagas otra escenita como esta –

- Vamos Naruto, ya perdóname –

- Te extraño, pero no, al menos no durante este tiempo, sabemos que Izumi hará cualquier cosa por hacernos pelear –

- ¿Vas a salir con él? –

- Claro que no, bueno no lo sé, es bueno conocer personas, no hagas esas preguntas tontas –

- No quiero perderte –

- Pues demuestra que de verdad no la amas y me quieres a mí –

- No te quiero, te amo –

- Tengo que irme – dijo el rubio al escuchar que terminaba la hora del receso – cuídate –

- Te puedo ir a visitar a tu casa –

- La abuela te quiere ver, llegaron en la madrugada, te espero a las 7 – el rubio beso la mejilla del pelinegro y se alejó.





Al finalizar las clases se dirigió a ensayar con la banda, ya tenían la mitad del repertorio que cantarían en la fiesta, se sentía abrumado, entre el baile, los ensayos y tener que estudiar para los exámenes finales era demasiado. Corrió a casa, ya que sus abuelos estarían esperándolo a cenar.

- ¡Hola Itachi! ¿Cómo has estado? –

- Hola Tsunade, bien y ¿ustedes? ¿Cómo les fue en su viaje? –

- Bien, pero pasa cariño no te quedes parado en la entrada, ahora mismo llamo a Naruto – el pelinegro se dio paso a la enorme sala, tomo asiento, estaba nervioso, no quería que sus futuros "suegros" supieran que él y Naruto ya no estaba juntos, y sí, futuros, pues Itachi pensaba que él y el rubio vivirían juntos siempre, eso ya lo había decidido, la cuestión era reconciliarse con él, y dejarle bien claro que solo a él lo ama, y siempre lo amará, irían juntos a la universidad, hacerle ver que tienen un largo camino, pero que juntos podrán salir adelante.

- ¡Naru baja, Itachi ya está aquí! –

El rubio corrió bajando las escaleras – Hola Uchiha –

- Hola Uzumaki –

- ¿Mmmm? Huelo a pelea – dijo la rubia.

- Claro que no abuela, solo estamos jugando ¿verdad Itachi? –

- Claro – el pelinegro le guiñó un ojo al rubio, haciéndolo sonrojarse.

- ¿Y el abuelo? –

- Deja lo llamo, está en el estudio – la rubia camino, hacia el estudio, dejando solo al rubio y al pelinegro.

- ¡Itachi que gusto verte! –

- Jiraya el gusto es mío –

- Ven acá renacuajo – el mayor jaló a Naruto a sus brazos – te he extrañado tanto, pero ya comencemos a cenar, muero de hambre –

Los cuatro se sentaron en la gran mesa, disfrutando de la deliciosa cena que preparo la rubia.

- ¿Ya te decidiste Naruto? –

- Bueno yo – el rubio miro nervioso a Itachi, esos hermosos ojos negros se posaron en los suyos, esperando una explicación a la pregunta de Jiraya. – Ya, envíe una solicitud a la universidad de New York –

- Me alegra así podremos estar juntos por fin, no me gusta dejarte aquí solo, y tú Itachi, ¿a qué universidad irás? –

- Tokio, la universidad de Tokio –

El rubio terminó su cena incomodo, sentía la mirada del pelinegro en todo momento, ahora sí tendría un gran problema, no había platicado con el azabache sobre su decisión, por otro lado el pelinegro sentía que algo picaba en su garganta, estaba enojado con el rubio, se iba a ir y no se lo había dicho, ¿Dónde quedaba ese "te amo por siempre"? Al terminar la cena Itachi se despidió de los abuelos de Naruto, quería llegar pronto a su casa, ya no aguantaba y no tardaría mucho en dejar salir sus lágrimas.

- ¿No quieres quedarte? –

- No, debo ir a casa –

- Oye yo, en realidad no lo he decidido –

- No me interesan tus explicaciones, pensé que me tenías la suficiente confianza para decirme que pensabas irte – su voz sonó triste.

- Podemos hablarlo –

- No, no hay nada de qué hablar, ahora entiendo tu "enojo" conmigo, solo buscabas un pretexto para dejarme, descansa – el pelinegro se dio la vuelta, comenzando a caminar hacia su automóvil, él amaba a Naruto y jamás le guardaría algo como eso, no se lo perdonaría.







- ¿En serio regresaste con Izumi? –

- Ajá –

- ¿Y el rubio? –

- Me di cuenta que no somos tan compatibles –

- Idiota, pensé que vivías enamorado de él –

- Lo pensé mejor –

- Escuchaste Sasori – le dijo Hidan – la comadreja ya no anda con el rubio, puedes rogar y pedir perdón –

El pelirrojo miró a Itachi, buscando mentira en sus ojos, los veía tristes, pero no quería indagar más, era obvio que mentía, le dolía no estar con el rubio, pero no importaba, si él tenía la posibilidad de ser perdonado por el rubio, haría un esfuerzo, aunque ahora tenía otro problema, giro su vista al nuevo chico, se había declarado admirador de Naruto, tendría que quitarlo del camino.

Otro día escolar terminaba, Naruto se dirigía a su casa, pensando que hacer para arreglar las cosas con Itachi, no quería irse, pero sus abuelos le habían pedido, mejor dicho rogado por que se fuera con ellos ¿Qué debía hacer? Escuchó a sus compañeras de clase, detuvo sus pasos cuando escuchó el nombre de Itachi.

- ¿Qué te dijo Itachi Izumi? – preguntó Hinata.

- Aaaah estoy tan feliz, le pedí una oportunidad y me dijo que aceptaba –

- ¿Pero él ya no está con Naruto? –

- No, parece que pelearon, además eso no importa, no sé qué le pueden ver a ese idiota, es tan corriente –

- Vaya, pues el chico nuevo está interesado en Naruto, escuche decirle a Shino que le gusta y también está Sasori, desde que terminaron lo he notado triste –

El rubio al escuchar esto se sonrojó, no podía creer que era verdad lo que le dijo Itachi.

- ¿En serio? Pues mejor para mí, ya sea el nuevo o Sasori –

- Oh, sé que Sasori todavía quiere al rubio – dijo la chica de cabellos azulados.

- Qué asco, ese rubio idiota es una zorra, ya quiero ver su cara cuando sepa que Itachi y yo regresamos – replicó la castaña

- Estúpidas, hablan de mi como si fuera lo peor – bufo el rubio alejándose de sus compañera de clase. – Regresaste con ella, no me dejaste darte una explicación – dijo el rubio a la nada, triste se dirigió a su casa.

Young loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora