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—El arroz es rico.

—Daniel, el arroz es asqueroso.

—El arroz es weno.

—No, callate.

—¡Pero yo quiero comer arroz!

—¡Pues te jodes!

—Podrían callarse ustedes dos. —nos interrumpió Mathis. —Ya le puse la poción al arroz, ya no hay vuelta atrás.

—¡NOO MI ARROCITO!

Rodé los ojos.

—Ya vamonos.

Daniel paró en seco.

—¿Y Winky?

—Oh, le ofrecí cerveza de mantequilla a cambio de su silencio. —respondí.

Daniel asintió con su cabeza.

—Mi meta en la vida es ser Winky.

—¿Quieres ser un borracho?—inquirí.

—Entre ser un borracho a tener que estudiar. —dijo e hizo la comparativa con sus manos, luego se encogió de hombros y agarró un pastel del mesón. Yo también agarré uno.

—Chicos.. creo que deberíamos irnos. —dijo Mat arrastrando las palabras.

Pequeñas pisadas se escuchaban acercarse. Corrimos hasta la puerta y la cruzamos tratando de actuar lo más normal posible. El pasillo estaba atestado de alumnos que se dirigían al comedor.

Dan me pegó un codazo, lo miré y me hizo un gesto con las cejas.

Un grupo de chicas estaba a nuestra izquierda. Las miré de arriba a abajo y no pude evitar acercarme.

—Que tal, señoritas. —saludó Daniel, pasando su brazo por alrededor de una morena.

Ellas rieron tontamente.

—¡Vaya!, esa si es una linda pulsera. —le dije coquetamente a una castaña, ella tal como esperaba me cedió su mano y yo rocé las yemas de mis dedos con su palma, la sentí estremecer.

Seguimos caminando junto con ellas, Dan seguía abrazado a la morena y movía su mano desde su cintura a su cadera, yo seguía haciendole ojitos a la castaña y esta me sonreía tontamente.

Faltaban unos metros para finalmente llegar a la puerta, cuando un destello rojizo me paso por el radillo del ojo.

Mathis y Ginny venían conversando detrás de nosotros, y ella sin duda me había visto coquetear con la chica a mi lado. Me odié y odié a Mathis por un momento, ¿Por qué iba él de estar hablándole?

Me acerqué al oido de mi nueva presa y le susurré: "luego", ella asintió, y yo detuve el paso con la intención de voltearme hacía Ginny y Mat.

"Por cierto, no comas arroz en la cena." lo escuché decir antes de poder enfrentarlos. Mathis pasó trotando por mi lado y se perdió camino al comedor.

Mis ojos y los de Ginny se cruzaron por un momento, eran de un castaño muy claro, casi tanto que parecía miel, sus pecas contrastaban con ese tono de una forma muy bonita. Me quedé admirando su cara por un momento, pero ella no me dejó seguir haciendolo, pues paso caminando rapido por mi costado.

—¡No, eso si que no!

—¿Cuál es tu problema? —reconocí la voz de Dan.

Ginny había llegado hasta donde estaba Daniel y la morena con la que venía toqueteandose.

Ginny lo miró fastidiada.

—Anda a dejar tus mini-aurores a otro lado, Robbins.

—No seas un dolor de trasero, Weasley, porque no te nos unes, eh? veo que ahora estas buena. —le respondió mirandola de arriba a abajó.

Ahora yo lo miré fastidiado.

El me captó la mirada e hizo un gesto que yo conocía muy bien, era el tipico: "ya tranquilo, aqui lo dejo"

Yo asentí.

—Mildret, vamos, no te acerques a él. —Ginny la agarró del brazo y se esfumó en el comedor.

Daniel suspiró y se me acercó.

—Genial.. gracias a tu perra me quede sin postre.

—Tranquilo, yo te comparto del mío.

En el almuerzo, me senté con Daniel, Herms, Cris y Mat, evitamos comer arroz y le advertimos a Herms y Cris que no comieran tampoco, Hermione nos miró con regaño y suspicacia, pero la ignoramos como siempre.

Todo transcurrió con bastante normalidad. Cada uno se fue a lo suyo, Herms a la biblioteca, Cris a la torre de Gryffindor y Mat a una clase extra.

Una vez solo Daniel y yo, nos dispusimos a ir a comer nuestro postre.

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Okey, Okey
No quedó tan largo como suponía, pero lo mejor se viene para el siguiente cap, lo prometo.
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¿Qué habrán hablado Mat y Gin?
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¿Estará rico el postre de Daniel y Harry?
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Gracias por leer
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Vida//Harry & Ginny ❥ [EN PROCESO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora