Call out my name - Taekook

01

El viento paseaba por cada individuo que se encontraba al rededor de aquella tumba con abundantes flores. Las manos de cierto castaño rojizo se encontraban juntas con una rosa violeta entre estas, de vez en cuando sobándolas entre sí para mantenerse en calor.

Su rostro se mantenía inexpresivo, su postura era completamente rígida y derecha. A diferencia del resto de presentes, él no soltaba ni una lágrima. El dolor lo carcomía por dentro, mas no lo dejaba salir a la luz.

Pocos momentos después sintió una mano palmear su espalda como una especie de apoyo. Jungkook lo consideraba ridículo, no es como si gracias a ello lograría dejar de sentirse tan mierda. Junto aquellas palmadas vinieron algunos sollozos, el castaño rojizo la reconoció al instante, era su suegra, ¿o ya debería llamarla exsuegra?

- Sé que podremos supera esto, Jungkookie. -Se oyó con voz lastimera. Él solo sintió repudio.

¿Ella quién se creía para asegurar que Jungkook quería superarlo? Ella no lo conocía en absoluto.

-Estoy seguro de eso, Taeyeon.- Respondió sereno y con todo el respeto del mundo, decidiendo no ser grosero. Ni siquiera se tomó la molestia de agregarle tristeza a su tono, a la mujer parecía no importarle.

- Sé fuerte ¿sí?, iré con Junmyeon, - Era su esposo. - nos vemos luego.

Le dio un último apretón a su brazo transmitiéndole "apoyo". Desvió su mirada a los demás presentes, absolutamente todos se veían devastados por la muerte de Vante. Luego su mirada se dirigió hasta unos metros más lejos de donde se encontraban.

Apoyado en un árbol y con unos lentes de sol oscuros se encontraba aquel que durante mucho tiempo llamó "cuñado". No lo había visto en unos... ¿3 meses tal vez? Ahora lucía una cabellera un tanto más larga y pintada de un azul bastante llamativo. Vestía solo de negro como todos ahí, llevaba un cigarro entre sus labios y de vez en cuando dejaba salir el humo de este.

Al cruzarse sus miradas este le dio una pequeña sonrisa que hizo que Jungkook desviara la mirada. Sabía que él estaría presente ahí. ¿Ahora sería buen momento para iniciar con su plan?

Dio un pequeño beso a la rosa violeta y la depositó encima del ataúd, era ahora o nunca.

A pasos seguros fue hasta Taehyung, colocándose al costado del árbol sin conectar sus miradas. Botó el aire que había retenido y empezó a hablar con los ojos del peliazul puestos en él.

- Creí que no vendrías. - Mintió. Claro que sabía que vendría.

- En realidad planeaba no venir. - Empezó con aquel tono desinteresado de siempre. - Pero la idea de fumar en el entierro de mi hermanito se me hizo algo... tentadora. - Finalizó sin ningún tipo de sentimiento al parecer.

Jungkook no se la creía.

Bastaba con ser alguien cercano a la familia Kim para saber que la relación de los gemelos no era para nada buena. Taehyung era algo así como "el gemelo malvado", sin embargo, Kook no se tragaba el cuento de que no le interesara la muerte de su hermano. Estaba casi seguro de que él se encontraba igual de destrozado. Tal vez era algo que tenían en común, no demostrar por fuera lo que te carcome por dentro.

- Creí que estarías llorando como una Magdalena. - Burló el peliazul. Siguiéndole aquel "juego" de suponer cosas que el castaño rojizo inició.

- Llorar no sirve de nada. Él ya está muerto. - Contestó tajante. Negándose por milésima vez a ver a los ojos al contrario.

El silencio reinó durante unos minutos, minutos en los que Jungkook se estuvo preparando para hablar sobre lo que venía desde un principio.

- Necesito hablar contigo.

Su tono de voz denotaba un poco de súplica, haciendo que el menor sonriera un tanto curioso de saber qué sería eso tan importante que hacía que Jungkook incluso "suplicara".

- Podemos hablar aquí y ahora. - Respondió simple y dejando salir el humo de su cigarro.

- Es algo importante, agradecería mucho que tú accedier-... - Las ganas de toser interrumpieron lo que estaba a punto de decir.

A Taehyung no se le había ocurrido algo mejor que botar su humo directamente en la cara del mayor, este empezó a toser como si la vida se le fuera en ello. Pero bastaron unos cuantos segundos hasta que se recompuso.

Al fin había conseguido sacarle al menos una expresión al castaño rojizo. Aunque esta fuera una de indignación, era mejor eso a nada.

Con la dignidad hasta el suelo,  arrugó sus labios y con pasos rápidos empezó a alejarse del peliazul. Sin embargo, a ya aproximadamente un metro de distancia, se detuvo aún dándole la espalda al contrario. Inhaló y exhaló hondo dispuesto a volver a intentarlo.

- En serio necesito hablar contigo y pedirte algo de suma importancia. - Empezó de nuevo, no arriesgándose a acercarse y recibir el humo del cigarro de nuevo. - Agradecería mucho que me esperaras hasta que culmine el entierro, después de eso iremos a un lugar más privado.

Taehyung lo pensó un poco. ¿Qué era lo peor que podría llegar a pasarle si aceptaba ir con él? Era solo su excuñado aparentemente perfecto.

- Bien.

Dijo únicamente aquello y Jungkook quiso creer que eso sería suficiente.