Capitulo 1

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Narra Joaquín  -
Me encontraba en mi última clase, ya me quería ir, el estupido de Emilio no dejaba de patear me asiento y yo, ya no aguantaba, lo volvio hacer

Joaquín: Cual es tu puto problema - dije soltandole una cachetada  -

Maestro: Bondoni

Emilio: Mi puto problema,  eres tu

Maestro: Ya, los dos se iran a detención antes de ir - solte un suspiro de furia, termino la clase y nos fuimos al salon de detención  -

El maestro dejo actividades y nos dejo ya que, tenia junta de maestros, todo era culpa de Emilio, si no hubiera pateado mi asiento el mordia su pluma voltee de reojo vi, ay no, se me ve un bulto entre sus piernas  ¿Porqué? ¿Porqué mierda tenia que mirar ahí? Y ademas se puso pantalón apretado he oído que folla bien, lo he escuchado por chicos y chicas de un modo el me miro, yo voltee a mi trabajo,  voltee de reojo y volví a mirar ahí el lo noto me miro molesto

Emilio: Se te perdio algo  - yo negue - eso espero  - yo solo rodé los ojos  -

Me caga este tipo, es muy prepotente no se que le ven, sera un galan pero no se le quita lo hijo de puta, tome agua voltee de nuevo de reojo vi su entrepierna no lo voy a negar, este chico se ve que tiene un pene muy apetitoso ya se, me voy a vengar excitandolo y dejandolo con una erección para que se le quite, tire algunas cosas apropósito lejos de mi asiento así que me levante y me agache, sentía su mirada en mi trasero me quede así por unos segundos cuando vuelvo a levantarme y voltear no se ni como, fue que llego y ahora me encontraba  arrinconado en la pizarra

Joaquín: Oye que - trataba de quitarme - sueltame

Emilio: ¿Qué te crees eh? - dijo molesto - crees que podías parar tu culo y hacer quien sabe que

Joaquín: Solo lo hice,  para que no me volvieras a meter en problemas - trataba de quitarlo pero no podia, presiono mi cuello con una mano -

Solte un jadeo de miedo, lo miraba con miedo, este chico tenia la mirada más penetrante sentia que me queria ver muerto, respiraba seguido, el me miraba así no me soltaba

Joaquín: Si me vas a matar - le dije - matame de una puta vez  - se acerco más apreto más mi cuello, y esos ojos, esos ojos dios, de algun modo me gustaba como me miraba - Matame si es lo que quiere - dije - MATAME

Cada vez estaba más cerca de mi, mis ojos para el reflejaban miedo, para mi sus ojos, reflejaban odio o enojo, no se pero me encantaba, tenía mi boca entre abierto y mi aliento sintiendo el de el, dios era un montón de sensaciones corriendo por mi cuerpo, como mi boca estaba algo abierta me dejo un beso salvaje que no me dio, casi tiempo de seguir, me volvio a mirar del mismo modo, mi cabeza estaba recargada en la pizarra, volvio hacer lo mismo, esta vez si seguí el beso el beso era demasiada demandante solto mi cuello, sin despegarnos del beso ¡Mierda! Amo el Masoquismo mis piernas dejaron de tocar el piso, ya que el me había cargado, mi mano recorrían sus rizos el hacia fricción conmigo su lengua exploraba mi cavidad bucal, rompio el beso y comenzó a besar mi cuello, me bajo se acerco a mi oído

Emilio: Me gusta que me chupen el pito ¿Sabrás? - no dije nada me agache a la altura de su cintura baje el desabroche su pantalón,  y baje su cremallera  -

Saque el pene de el, me sorprendi tal como lo imagine, abrí mi boca empezó a embestirlo, lento y  después algo más rapido el me agarraba del cabello y movia más mi cabeza para que no dejara de embestirlo el jadeaba ronco yo chupe bien su pene, sus venas se hacian notarias y su glande se hacia más roja y apetitosa gracias a mi saliva me levante

Joaquín: A mi me gusta que me destrocen el culo, en cada cogida ¿Sabrás?

Me bajo el pantalón y mis bragas me cargo,  me volvio a besar le seguí el beso de la misma manera, entro en mi

Joaquín: Hijo de puta - jadee -

Emilio: Dijiste que te gusta que te destrocen el culo en cada cogida, asi que te aguantas - me empezo a penetrar duro y rapido -

La puerta estaba cerrada, el besaba mi cuello yo jadeaba cada vez que el entraba y salia de mi, arañe sus hombros yo no dejaba de gemir, realmente es bueno en eso me guío con el a una silla, el se sento yo empecé a mover duro y suave en cada estocada el gemía ronco

Emilio: Oh mierda - agarraba mi cuello - muevete más  - y así lo hice, ambos gemiamos, el besaba mi cuello - eres mio, entendiste

Joaquín: Soy tuyo - nos besamos de manera salvaje, llegabamos al clímax di los últimos saltitos hasta corrernos, me levante me puse el pantalón,  ya despues llego el maestro y para terminar con lo que nos dejo -

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