♡┆ Único.

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Sábado por la mañana, me levanté de mi cama con un salgo emocionado y los nervios haciendo que mi estómago quiera explotar, pero emocionado en exceso.

Me arreglo de más debido a la ocasión, mirándome al espejo para comprobar que todo esté en su lugar, ajustando la corbata a mi cuello y arreglando el saco para verme bien.

¿Cuál es la ocasión? Mi querido no suegro es un veterano de las relaciones, el tipo de hombre que te obliga a ir a su casa solo para pedir una cita con su hija a tu corta edad y te hace llorar por la presión que te provoca.

Esta vez era diferente, muy diferente diría yo, quería pedir la mano de mi novia, y no estaba siendo obligado por nadie, además de que ya no era el mismo niño al que casi hace llorar, ahora soy un adulto, o eso quiero creer.

Ni siquiera mi novia sabía lo que iba a hacer hoy, porque quiero tener la bendición de su padre antes de pedirle matrimonio a ella.

Porqué es así como lo hacían en sus tiempos, ¿No es cierto?

Subo a mi auto y conduzco todos los kilómetros hasta llegar a la casa de mi bella novia, nada más y nada menos que la bella, perfecta, amable, inteligente, hermosa, Kim Jisoo.

Toco la puerta, siento que los nervios aumentan y mi corazón quisiera estallar en mi mano.

Su padre abre la puerta y me mira de arriba abajo y me hace pasar a la sala, Jisoo me dijo que saldría con su madre de compras, así que estamos completamente solos.

Me mira otra vez, intimidante y debo confesar que tengo algo de miedo por lo que pueda decir.

— Se que viniste con un propósito, así que habla.

Trago grueso y lo miro de manera sería, tratando de mostrarme maduro.

— Quiero casarme con su hija, quiero que me dé su bendición para pedirle matrimonio, ¿Puedo tener a su hija por el resto de mi vida?

— Tendrás mi bendición, — dijo y yo sonreí en respuesta. — el día que estés muerto. Mala suerte amigo mío, pero la respuesta es no.

¡Dios! ¿Porque tiene que ser tan grosero? Esta hiriendo mis sentimientos.

— Malas noticias voy a casarme con ella de todos modos, no me importa lo que usted diga, seremos una bella familia.

Ambos nos miramos a los ojos y la tensión se sentía en el aire, el primero en bajar la mirada sería el perdedor, inmaduro, lo sé, pero esto tenía que resolverse de alguna forma.

— Odio decir esto, pero no me deja otra opción, no puedo vivir sin ella.
Ámame u ódiame seremos esos chicos de pie en el altar o vamos a huir, a otra galaxia si es necesario.
Tu sabes que ella me ama, ella irá a cualquier lugar que yo vaya.
Así que te lo preguntaré una vez más, ¿Puedo tener a su hija por el resto de mi vida?

— No sigue siendo un no.

— ¿Porqué tiene que ser tan grosero? ¿Acaso no sabe que soy humano también? Me levanté temprano, me bañé y me puse el mejor maldito traje que encontré en la estúpida tienda más prestigiosa de la ciudad, hice todo mi esfuerzo para estar presentable.
Vine aquí con toda la educación que me dieron mis padres e incluso traté de adaptarme a la suya, pidiendo permiso para pedir la mano de su hija, porque es así como usted la crió a ella, si eso no es suficiente para usted, no se que lo será.
Pero créame que lucharé por ella y nos casaremos de todas formas.

— No me esperaba esto de ti, me dejaste sin palabras, chico.
Sabía que no eras el mismo chiquillo que salió corriendo de mi casa porque fuí duro con él, has crecido, mucho y ahora eres mucho más valiente.
Tienes los pantalones bien puestos, lo suficiente como para casarte con mi hija, tienes mi bendición.
¡Enhorabuena, chico!

Me quedé perplejo, a pesar de haber venido con todos los ánimos no me deja esperaba que accediera.

— Mira, en el momento justo, Jisoo y su madre están llegando. — el señor abrió la ventana y me miró. — ¡Sal del transe, hijo! Anda con tu chica y pídele matrimonio.

El señor Kim me dió una palmada en la espalda, dándome ánimos.
La madre de Jisoo entró con unas bolsas que dejó en la mesa y se acercó a su esposo.

— ¿Qué está pasando aquí, Jin? — le susurró la madre de Jisoo.

Su padre me dio un empujón para quedar frente a Jisoo que estaba a punto de entrar.

— Le va a pedir matrimonio a nuestra bebé. — respondió de igual manera.

— ¿Qué haces aquí, Taehyung? — preguntó Jisoo, extrañada, no era normal ver a su novio con su padre.

— Anda, no seas tímido. — lo animó el mayor.

Taehyung rió nervioso, no se esperaba esa situación.

— Es que... Yo no traje el anillo, no esperaba que usted dijera que sí. — rió nervioso.

El padre de Jisoo rió con su risa llamativa y le volvió a palmear el hombro.

— Que gracioso es tu novio. — le dijo a Jisoo y está sonrió. — Anda, deja de jugar, chico.

— No estoy jugando. — Taehyung lo miro con cara de sufrimiento.

— Uhh, ¿que se hace en estos casos? — Jin miró a su esposa.

— Jisoo, ¿Te gustaría casarte conmigo? Se que ni siquiera tengo un anillo y que puede ser algo que no te esperabas, si no quieres lo entenderé, pero- — Jisoo lo interrumpió.

— No necesitas un anillo para que te diga que sí. — le dijo para después besarlo.

Después de todo serían una pareja feliz, se casarían de todos modos y tendrían una bella familia.

Después de todo el señor Kim no era tan grosero, ¿O sí?

Rude; vsooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora