uno

703 46 12
                                    

❝Marina ➳ Lies❞

Veo el cielo, coloreado de un cóctel azulado y manchas blanquecinas. El sol es brillante, pero engañoso. La forma en la que el viento hace mi cuerpo temblar, me tiene los vellos de punta cada vez que lo roza. El patio de la universidad es desolado, vacío y frío, más bajo la sombra de un árbol tambaleante. Aún así, aún con ello, la idea de poner una chaqueta por sobre mi vestido de seda blanco, parece lejana, y eso sólo me indica, eso sólo me confirma, lo jodidamente perdida que estoy.

Siento el corazón en la mano y aprieto con fuerza, buscando deshacerme de su correr desenfrenado. Mi respiración es irregular, no dejo de relamer mis labios ante la impaciencia. Mis manos sudan y lucho contra mis propias emociones para mantener un semblante serio e inmutable. Subo la guardia, aunque realmente estuviese al borde de un infarto.

Hoy entré a clase y encontré una nota, firmada con un bolígrafo escarchado rojo, el cual, ya conocía más que bien. Tenía un par de curiosos girando sus cabezas de cuando en cuando, expectantes de mi reacción. Quise creer que fue una broma, quise. Pero en cuanto Sana, amiga más cercana de Nayeon, me guió hasta donde estoy ahora, temblando de frío, me di cuenta de que la situación estaba un poquito fuera de mis manos.

No sé qué es lo que quería Nayeon, ni siquiera tuve tiempo de leer la carta antes de que me arrastraran creyendo que lo sabía. Pude haberme ido, pude haberme escabullido entre todas las personas que me rodeaban a lo lejos, esperando tan atentos como yo. O simplemente pude buscar cualquier salida, pero dentro de mi, muy a parte de la curiosidad carcomiendo mi mente y acabando con mis uñas, estaba esa pinchazo, ese dolor en mi estómago de sólo pensar en cientos de escenarios posibles en los que, todos tenían un mismo final que prefería ignorar.

Veo a mis compañeras de clase moviéndose y cuchicheando entre ellas, veo a los del equipo de fútbol batallando contra su instinto de preguntar un poco más, lo intentan. Los maestros simplemente van y vienen sin mucho que hacer, la hora del receso se siente eterna.

El cuerpo pequeño de Nayeon aparece caminando a unos metros de mi. En lo que en su rostro se asoma su característica sonrisa de conejo, mostrando sus dientes delanteros, mi ceño se frunce y mis latidos son veloces. Quiero calmarme, quiero calmarme, quiero pasar desapercibida. Cruzo mis brazos bajo mi pecho, observándola ahora desde la poca distancia impuesta desde que se detuvo, aún con un semblante amargo.

- Mina.

- Nayeon.

Su sonrisa es tan amplia, que incluso a mi me duelen las mejillas. Puedo ver unos hoyuelos haciendo acto de presencia en las comisuras de sus labios. Su voz logró estremecer cada parte de mi cuerpo, como una corriente eléctrica, algo cercano a eso. Pretendo que no me impacta, pretendo que el sólo pronunciar mi nombre no me tiene a punto de colapsar, pretendo que no tiene poder sobre mi, pretendo.

- Yo sé, uh, - empieza dubitativa, aún puedo verla pensando cómo continuar. - hace mucho, muchísimo, a decir verdad, que no hablamos ¿no te parece?

Puedo deducir que está tan nerviosa como yo, pero en ella es más palpable, más fácil de ver, más transparente. Auténtica, libre.

- La última vez no hiciste tu mejor jugada.

Fui venenosa, quizá grosera o como quisieran llamarlo. Su contagiosa sonrisa desaparece y me siento culpable, con mucha razón. No voy a ceder.

- La última vez debió ser diferente. - menciona.

Mis cejas se arquean sugerentes. - ¿En qué sentido?

- Tú lo sabes.

Lo sé y quiero no hacerlo. Quizá fue un error, quizá un simple impulso. Ella jamás debió besarme. Fue vulnerabilidad lo que sentía, estaba desprevenida. Puede que lo que odiara fuese el que haya querido más, el que no quisiera separarme, el que fácilmente lo correspondiera. Puede que lo que odiara fuese a mi misma, no al beso en sí. No se suponía que aquella sesión de estudios en la biblioteca acabara de esa manera, no en ése momento. Tal vez en unos días, tal vez nunca, no lo sé.

No pude ni puedo entender mis sentimientos, me he forzado de una y mil maneras a saber qué es lo que quiero realmente. Es complicado cuando nunca quisiste tener tanto algo. Es tanta la fuerza, que finalmente termina por resultar agotador. ¿Qué es lo que haces en aquel punto de tu vida en que piensas que todo lo que haces es incorrecto? Que todo es una metedura de pata, que es una pérdida de tiempo, un simple capricho. ¿Cómo es que de repente tu mente lo comprende? ¿cómo es que de repente te adaptas a ciertos cambios que no tenías ideas que existían?

- ¿Qué quieres de mi, Nayeon? - cuestiono, casi rogando.

- A ti, precisamente.

Es injusto como puede decirlo tan a la ligera, sin pensarlo. Suelta lo que siente sin represión, sin intentar ocultarlo. Estoy un poco envidiosa, sólo un poco.

- Lo siento, no me gustas de esa forma.

El rostro de Nayeon decae, ni siquiera intenta aparentar lo contrario. Relame sus labios y ahora tiene una sonrisa que tiembla de nerviosismo. Sé que no esperaba esa respuesta, para ser sincera, yo tampoco.

- ¿Puedo hacerte una pregunta, Mina? - pregunta acercándose peligrosamente.

Asiento ligeramente mientras ella toma mis manos, acariciándolas, buscando calmarme. Debido a la cercanía, puedo sentir su respiración rozar mi rostro. Siento miedo de que pueda escuchar mis palpitaciones desde tan poca distancia, de que pueda notar cuán débil soy en su presencia.

- ¿Eres feliz así?

Me han hecho muchas preguntas a lo largo de mi corta vida, pero creo que ninguna me ha dejado tan descolocada como esta.

¿Soy feliz así? Ocultándome a cada día, cada hora, fingiendo que soy otra persona. Peleando conmigo misma, negándome a amar a quien quiero, a hacer lo que quiero. ¿Soy feliz viviendo una mentira? ¿realmente lo soy? Huyendo de mis pensamientos como una cobarde, corriendo a toda velocidad en cuanto la ansiedad se apodera de mi. Es cuando me cuestiono mi heterosexualidad impuesta que me siento tan jodida, tan desorientada. Quiero callar mi cabeza, necesito silencio, necesito un maldito descanso.

Puedo apegarme a mis ideales, a mis metas, a mis sueños, aquellos que en cierto punto dejaron de ser míos y pasaron a pertenecer a terceros; aquellos que me atan, que me condicionan. O podría liberarme, seguir mi camino y arruinar todos sus planes. No podría tener una familia, no podría casarme, no podría con todas las miradas, todas las críticas, todas las burlas. Mis padres no tendrían nietos, mis tíos y abuelos dejarían de visitarnos. El rechazo, ¿cómo viviría con ello?

- Lo soy.

Hace ése gesto de su lengua chocando contra su mejilla y desvía la mirada antes de continuar: - Mientes.

Crudo, serio, real.

- ¿Cómo puedes saber eso? ¿Quién te crees que eres? - cuestiono altanera, con rabia.

- Sé lo que sentí esa noche, Mina, no hay que tener dos dedos de frente para saber que estás mintiendo.

Su mirada es comprensiva, pero lo ignoro. Me miento a mi misma e intento ser firme.

- Aléjate de mi, no voy a volver a repetirlo.

Sé que mi límite ha sido sobrepasado en cuanto aún queriendo quedarme allí, simplemente me doy la vuelta y me alejo con lentitud. No puedo darle lo que quiere, y ella no es lo que necesito.

- ¡Sabes que tengo razón! ¡Sabes que te gusto y no quieres admitirlo! - grita captando la atención de todo el campus.

De repente el ruido que creía desaparecido se intensifica con cada paso que doy. Mi respiración se acelera, me mareo un poco. Los ojos de todos están sobre mi, escucho risas, murmullos y en un segundo están señalándome mientras carcajean sin parar.

Quiero cerrar los ojos y que me trague la tierra. Me hablan, me gritan palabras que no puedo entender en medio del tumulto de gente. Las miradas de reproche de los profesores se dirigen hacia mi, están hablando. Tengo miedo, terror, angustia. El aire parece abandonar mi cuerpo, y en cuanto entro al armario del conserje, azoto la puerta y me dejo caer al suelo, tratando de calmar las lágrimas que recorren mis mejillas y apenas noto que están cayendo.

[...]

¿Opiniones? Si esto recibe apoyo suficiente, creo que podría ser una historia de más capítulos, but who knows

The first time she kissed a girl ➳ Minayeon 「one shot」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora