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No eran ni las dos de la mañana cuando Hyunsuk pudo escuchar los pequeños golpes en la ventana. Totalmente emocionado, saltó de su cama y se apresuró a abrirle al menor, quien le sonrió desde abajo.

Mientras Jihoon aseguraba la escalera para que Hyunsuk pudiera bajar, el mayor se calzaba, se ponía perfume y tomaba su celular cargado al máximo, no olvidando cerrar su puerta con llave antes de comenzar a bajar.

— Buenas noches, bonito. — Park ni siquiera esperó una contestación, siendo rápido al atrapar esos abultados y rosados labios entre los suyos, besando profunda y salvajemente sin piedad alguna.

Después de separarse, los dos escondieron la escalera entre los arbustos del señor Lee. Sin más que hacer ahí, corrieron algunas calles hasta llegar al lugar donde la motocicleta negra los esperaba.

— ¿Puedo manejar yo? — Los ojitos de Choi brillaban con deseo, así que sin poder resistirse, el rubio lanzó las llaves a manos del contrario, quien las atrapó felizmente.

Los dos se subieron a la motocicleta, y cuando Hyunsuk se aseguró de que su menor estaba bien agarrado a su cintura, puso en marcha a la hermosa Ducati debajo suyo, yendo a esa velocidad que él tanto ama manejar.

Pasando las casas hasta llegar al club donde Way To Hell se presentarían esa noche, Bin's era como la casa de la banda, y también el lugar donde Hyunsuk y Jihoon se conocieron.

El lugar estaba lleno de gente que cantaba al ritmo de una canción que los dos conocían a la perfección, con un grupo de tres chicos en el escenario, y los mejores amigos del rubio en la barra tomando.

— Verte por acá ya se está haciendo costumbre. — Mencionó el guitarrista cuando los dos se sentaron junto a ellos después de saludar.

— Y van a verlo muy seguido por qué no pienso dejarlo ir. — Park agarró de la cara al mayor y lo guío hasta sus labios, besándolo delante de todos.

— Consiganse una habitación, se los agradecería. — El baterista les tiró un maní en su dirección, el cual golpeó a Jihoon, quien no dudó en devolvérselo.

Probablemente hubieran seguido, si no fuese por qué su turno de tocar había llegado y tenían que prepararse. Jihoon volvió a besar a Hyunsuk, dejando su chaqueta de cuero con él antes de ser arrastrado al escenario por el vocalista de la banda.

Ver al menor tocar el bajo era, probablemente, una de las cosas favoritas de Choi, y aún más si se veía así de bien. Park tenía ese aura tan dominante y sensual que lo dejaba con la boca abierta, y aunque lo conocía como la palma de su mano, imaginar al menor de esa forma en la cama lo tenía mal.

Por Satán, Hyunsuk no veía la hora de tener a el menor para él solo y poder besarlo y tocarlo cuanto se le antojara. Quería tener al menor debajo suyo y cumpliendo cada capricho que se le ocurriera.

[...]

Todavía agitados, y algo despeinados, los dos salieron del último cubículo del baño, agarrados de la mano y lo suficientemente distraídos como para olvidar despedirse de sus amigos.

Jihoon fue quien manejó esta vez, más despacio que el mayor debido a los pequeños besos que Hyunsuk dejaba en su espalda, tenía alcohol encima y los besos lo distraían, si iba rápido no iba a poder controlar la motocicleta.

Debido a lo lejos que Bin's se encontraba del centro de la ciudad, su camino hasta la playa a las afuera de la ciudad no fue tan largo. Al estacionar la Ducati fuera de la pequeña casa, los dos chicos se deshicieron de sus celulares, chaquetas y zapatos para correr hacia la orilla de el mar.

No había una potente luz solar, pero si la suficiente como para ver todo con claridad. Aún así, a ninguno le importó eso, o cualquier otra cosa.

— ¿Alguna vez lo hiciste en una playa al aire libre? — La pregunta de Hyunsuk tomó algo desprevenido al rubio, pero sonrió y se dió vuelta para mirarlo a la cara.

— Creo que nunca lo había pensado, pero podría intentarlo. — Sin más que decir, volvieron a besarse tan, o más descontroladamente que hace solo una hora en los baños del club.

El cuerpo más alto fue el primero en caer a la arena, con el pelinegro encima suyo. Las piernas de Park estaban abiertas, dejando las de Choi entre medio, y a medida sus besos se volvían más profundos, los pequeños roces de cadera se intensificaban.

Los dos amaban eso tanto como se amaban, y lo estaban disfrutando mientras la melodía de Highway To Hell se reproducía en sus cabezas, por qué era lo que sonaba mientras estaban muy ocupados en Bin's.

Highway To Hell [Sukhoon] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora