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En la clase de educación física Frin hizo los ejercicios con desgano y el tipo lo lo había castigado otra vez. Tenía que caminar y correr alrededor de la cancha.

Estaba en eso cuando vio que el profesor le decía algo Lynko, que empezaba a trotar. ¡Lo mando a correr alrededor de la cancha a él tambien! ¿Por qué habrá sido? Frin se acordó de que seguía enojado con él,  así que se concentró en su paso. Cuando llevaban la mitad de una vuelta,  notó que Lynko estaba cada vez más cerca. Corría despacio a propósito para ponerse a su lado.

-Che, ¿que te pasa, eh?

-...(trotaba callado).

-Frin, de verdad te pregunto, ¿por qué te enojaste?

-...

-...ey, Frin...así nunca te voy a poder pedir disculpas.

-No lo hagás.

-¡Abrió la boca! Esto va mejorando... che ¿me vas a decir qué te molestó?

-No.

-...bueno, lo que puedo hacer es empezar a pedirte disculpas por todo, todo lo que existe en el mundo, en el cielo, por las cosas imaginarias...

-...(Frin sonrió).

-Voy a empezar, perdón...por los arbolitos de navidad, ¿fue eso?

-...(hizo que no con la cabeza).

-De acuerdo, seguiré...perdón por las bicicletas sin cambios de velocidad, ¿fue eso?

-Pará, tarado (aguantando la risa).

-No, amigo, debo seguir (con tono melodramático), debo seguir.

Mientras tanto se aproximaban a donde estaba el grupo entrenando con el profesor. Se acercaban las olimpiadas interescolares, y el tipo estaba como un loco.

-...si, si, debo seguir... a ver, fue...fue ¿por la lengua del maestro de Lengua?

-¡Pará idiota! (lo empujó con el hombro).

-Oh, oh, vamos bien, intuyo que vamos bien, es por ahí...a ver...fue...fue ¿fue porque estuve hablando con Alma?

En ese momento,  Ferraro gritó:

-¡Lynko! ¿¡No te molesta correr con ese marica!?

Él paró en seco, ni el tiempo a decir nada a Frin y gritó furioso.

-¡¡¡Metete en lo que te importa, imbécil cara de vaca!!!

Los demás se rieron, Lynko siguió como si eso no hubiera importado, volvió a preguntarle.

-Che, Frin, ¿fue por eso?

Pero el profesor los estaba llamando. Los hizo parar delante de todos y lo retó. A Frin por correr mal, a Lynko por gritarle a un compañero, y a Ferraro también; pero era su favorito para las olimpiadas y le dijo algo por compromiso. Mientras los retaba, Frin lo miraba, pensando que se demoraba horas en decirles algo que ya habían entendido. En cambio, Lynko se pasó todo ese tiempo clavándole la mirada a Ferraro, que era mas grande, y también lo miraba desafiante.  Frin se dio cuenta de que iba a haber pelea. El profesor los seguia retando, pero eso era lo único en que estaban pensando todos. Iba a haber pelea.

                                                     ...

Ya casi terminada la clase, los mandó a dar una vuelta más. Cuando volvieron el grupo estaba saliendo de la cancha. Ferraro estaba parado al lado de la puerta, junto a otros chicos.

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⏰ Última actualización: May 20, 2015 ⏰

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