Golpea Primero.. (Cobra Kai L1)

2.¿Karate?

Ashley.

Y otra vez lo mismo..

Los gritos no cesaban y sabía lo que vendría a continuación por lo tanto decidí salir de casa.

Estaba realmente cansada de esto, todo los viernes era lo mismo, papá, volvía a casa para reclamarle a mamá por haberlo dejado y diciendo que no se iba a separar de "nosotras", y como a mamá le enojaba tanto se ponen a discutir.

La verdad es que mi mamá estaba cansada de la infidelidades de mi papá, por eso cuando le asignaron otra área en el hospital, nos fuimos de la casa de papá para venir a Reseda. No es la gran cosa, las tuberías no funcionan como deberían, la fuente es un asco y los vecinos no se hablan entre sí, ellos son ajenos a lo que le pase a los demás.

Lo único bueno por ahora sería Miguel, todo en el grita ternura. Pero más que nada se nota que es un gran chico.

Si no sintiera tanta cosas por Robby, Miguel sería un buen candidato, pero no lo es ya que a lo mucho solo siento aprecio y no me genera tener algo más que una simple amistad..

Una vez que estoy fuera de mi casa me siento en una de las escaleras que se dirige hacia los departamentos de arriba...

Miro el cielo y a mi mente llegan lo recuerdos de hoy. Estaba en el receso cuando Robby y sus amigos pasaron delante de mi, se veía tan lindo y misterioso,  en el colegio se empezó a correr el rumor de que ellos estaban consumiendo y traficando Molly. La verdad es que no lo quería creer, hasta que los vi. Mi mirada y la de Robby se conectaron por unos segundos, hasta que una de las chicas con las que se juntan le dio un beso. Y justo en ese instante lo supe.

Nunca sería para Robby alguien que le importara, al menos no como él me importa a mí.

Estaba tan sumida en el recuerdo que no me di cuenta que Miguel se sentó a mi lado hasta que habló.

-¿Día difícil?- me mira y su expresión me hace saber que estuvo escuchando la discusión que hay en mi casa.

-Demasiado, ¿el tuyo que tal?-y hay es que me doy cuenta que en una de sus manos tiene un pequeño corte.

-Entretenido.. con algunos dolores-Dice mirando su mano y brazos.

-Ya veo-Tomo su mano y sopló suavemente en la herida, mira lo hago siento la mirada de Miguel sobre mi y lo único que logro hacer es sonreír y explicar el porqué- Mi mamá solía hacer esto cada vez que tenía  lastimada alguna parte del cuerpo. Yo sentía que de alguna manera calmaba el dolor.

-Eso es tierno- Dice haciendo que algo dentro de mi se remueva, no sentimentalmente, mas bien emocional. Ser hija única si bien es lindo, aveces me gustaría tener un hermano o hermana.

-¿Y se puede saber el motivo de tus dolores?- Pregunto volviendo al tema.

-Si, es que estoy ayudando al Señor Lawrence a arreglar su dojo de Karate- Dijo mirando su mano.

-¿Karate?-Creo que noto mi cara de confusión por que enseguida me explicó que el señor Lawrence fue un Campeón y subcampeón en un torneó que se realiza en Al Valley.- ¿O sea que tu idea es aprender karate para defenderte de los perdedores se la tienda? Esos que van a tu misma escuela.

-Creo que ya entendiste todo.

-Bueno eso significa que cuando empiece a ir a tu escuela, vas a ser mi defensor.

-Claro que si, nadie se va a meter con mi amiga- Él me abraza y apoyo mi cabeza sobre su hombro, los gritos aún se escuchan y de repente la puerta de mi departamento se abre y sale mi papá gritando que éramos una desagradecidas, el miro hacia donde nos encotrabamos y la sensación de miedo volvió una vez más.

Se dice que el miedo es como una nube gris, con el tiempo desaparece.

Y cada vez que él aparece mis días son grises y la nubes no desaparecen, despues de un tiempo.

Una vez que él sale de la residencia, me despido de Miguel. Al entrar a casa me encuentro con mamá llorando y lo primero que hago es abrazarla lo mas fuerte que puedo.

Esto solo es el comienzo de todo...