★ ִֶָ cry baby ! - jaemsung 𖤐ั

I need to listen, baby.

Habían pasado exactamente unos quince días desde que aquel suceso ocurrió, junto al baile. Evento el cual Jisung no asistió, ¿Por qué? Es muy obvia la respuesta. Sin embargo, su mejor amigo estuvo a su lado aquel día, con dos potes de helado.

Pero, no todo volvía a ser color rosa para Jisung. Jaemin había invitado a Jeno a su "grupo" (si es que se le puede llamar así) de amigos. Al principio estaba todo bien, todo perfecto... hasta que, hubo coqueteo por ambos. Las miradas que se dirigían, los apodos ridículos con los que se decían, sus sonrisas... Agh, era un cuchillo siendo clavado en la espalda y corazón del menor.

Hoy era uno de esos tantos días en los que tenía que soportar su dolor, ¿Qué más daba? Ya estaba herido. Aunque Chenle le rogaba que los dejarán solos, que no les tomará importancia, Jisung se negaba. Quería saber que es lo que hace Na con él, aún con el daño que causaba eso en su corazón.

Los cuatro chicos se encontraban descansando debajo de un frondoso árbol, disfrutando de la sombra que éste desprende. En una burbuja de absoluto silencio.

—. Jae, ¿Podemos hablar a solas?

Oh no, no querrás llevártelo. Jisung, rogaba en sus adentros que Jaemin se negará, que se quedará.

Sin embargo, sus súplicas fueron en vano. Los causantes del dolor en su corazón se levantaron y caminaron hasta un lugar más "discreto" y "privado" que, en realidad, fue detrás del tronco en el que estaban.

Los dos menores escucharon su plática entera, no los tomen por chismosos, pero muy lejos no se fueron a hablar. Se pudieron hacer oídos sordos pero aquello no se les vino a la mente, sí, par de metiches. Si tan solo el "crash" que hizo el corazón de Jisung hubiera sido llegado a los oídos de aquellos tortolos, quizás se hubieran detenido. Solo quizás.

—. Chicos... —pronunció Jaemin, después de haber terminado con su plática nada discreta con Jeno, haciendo uso de su presencia delante de los menores.

—. Na —mencionaron los menores al únisono—. ¿Qué pasa? —finalizó Chenle.

—. Jeno me pidió ser su novio, y acepté —mencionó con una sonrisa demasiada amplia.

Si tan solo esa sonrisa no hubiera sido de felicidad por Jaemin con alguien más, Jisung hubiera sonreído también...

—. U-ustedes dos... ¿Q-qué? Necesito e-escuchar, Na —tartamudeo el peli naranjo.

—. Estás muy sordo últimamente, Jisung. Jeno y yo, somos novios oficialmente.

Claramente fue la gota que derramó el vaso. Su corazón se despedazó, como pequeños cristales que estaban soportando un peso tan grande que no pudieron sostener. Se sintió herido, frágil, débil y lastimado.