|2.|Conociendo a Brandon Miller.

102 64 27
                                    

Sigue aporreando la puerta, y entonces comprendo que o le abro a este loco, o me tirará la puerta abajo. Le abro la puerta con miedo, pero al verle ahí parado frente a mí, mi cara reacciona por sí sola, tiene el torso desnudo dejando ver sus perfectos abdominales y también los tatuajes que su camiseta escondía, me observa mientras mis ojos se detienen en su abdomen y voy subiendo la vista hasta sus ojos, solo puedo pensar, que oportunidad Charlotte, justo hoy decido ponerme un pijama de abuela, bien Charlotte bien. Entra dándome un empujón hacia dentro y logra conseguir que me tambalee pero mantengo algo el equilibrio para no estamparme de bruces contra el suelo y darle ese gusto.

—Si has dejado de babear por mis abdominales, me gustaría hablar contigo. —me dice con un tono bastante borde.

—Eres...un imbécil, y para tu información me importa entre menos y nada tus abdominales, los he visto mejores. — le digo  haciéndome valiente  a pesar de estar aterrada de miedo, pero puedo apreciar que a él se le cambia la cara y eso me gusta.

—Pero bueno, vaya lenguaje, no sabía que tenías ese genio, pensaba que eras una niñita asustada, pero viniendo de una granja no me extraña, allí sois una familia de salvajes, imagino, y tú eres la princesita de la granja, ¿no? —me dice echándose a reír, cuando deja de mofarse continúa diciendo: —lo de mis abdominales no te lo crees ni tú, dudo que en tu pueblo vieras unos iguales que estos, aunque a la que no le haría ninguna gracia verte mirándome así, es a mi novia, es bastante celosa, te lo digo como dato. —me dice sentándose en mi cama y guiñandome un ojo mientras se ríe disfrutando de la situación.

—¿Pero y a ti qué te pasa?, ¿es porque a tus amigos ya le salieron pelos en las axilas y a ti no y eso te hace sentir menos hombre? —le digo riendo pero él parece no hacerle tanta gracia mi comentario. —Y sobre tu novia, puede estar tranquila, no me interesas en lo más mínimo, pero si vuelvas a decirme princesa de granja  te arrancaré la lengua y se la daré a las hienas como postre.— le digo y se le tensa la mandíbula, lo que acabo de soltar no debió sentarle muy bien ya que veo como se levanta y viene directo hacia mí.

—¿Te crees graciosa?, déjame decirte algo, yo todo lo que quiero lo tengo, si se me antoja tenerte a ti, te puedo conseguir rápidamente, pero no te preocupes no me interesas en lo absoluto.—me dice al oído llevándome hacia la pared.

—Suéltame. —le digo alterada.

—No te he hecho nada...todavía, pero como tu madre y tú no saquéis vuestro culo de mi mansión vamos a tener un grave problema, a los hermanos Miller no nos gustan las visitas de gente que no conocemos y menos de gente aprovechada, y te aseguro que como no me hagas caso, tu menor miedo será el que te haga algo, porque no vivirás para contarlo.— me dice pegado a mi pelo y yo pego un brinco.

 —¿Estás loco o qué te pasa?, ¿crees que yo quería venir aquí?, me importa una mierda tu casa, tu dinero, y todo lo relacionado contigo o tu familia, mi madre me trajo a la fuerza porque la tuya se empeñó.— le digo y le aparto de un empujón.

—Me da exactamente igual por qué estéis aquí, mañana mismo os quiero fuera de mi mansión, ¿me oyes niñata? —me dice y veo que se dirige a la puerta.

—Nos iremos si nos da la gana, pero gracias a tu amenaza me pienso quedar una buena temporada.— le digo disimulando el miedo en mi interior, los ojos le arden, me coge del brazo bruscamente y me atrae hacia él, intento zafarme de su agarre, pero es imposible, me tiene bien pegada a él.

—Te encantaría ser una Miller, ¿verdad?, sé cómo sois los de tu calaña, sois unos chupasangres que os aprovecháis del dinero ajeno de los demás y queréis vivir a costa de esa gente, a mis padres los tendréis embrujados con vuestras caritas de no haber roto un plato, pero en lo que a mi y a mis hermanos respecta, créeme, no os creemos ni un padre nuestro. —me dice riéndose y yo le doy un codazo lo que hace que él reaccione de tal manera dejándome prisionera entre él y la pared.

NO CAIGAS EN EL JUEGO. 1 PARTE . [DISPONIBLE EN AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora