El ruidoso silencio

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El ruidoso silencio.

"Beep, beep" escuché en medio de mi sueño, abrí mis ojos aturdida, la alarma para ir a clases me llamaba, rebusque el teléfono entre mis sábanas, estaba sobre la mesa al lado de la cama, al apagarla, el me abrazó por la cintura.

_ ¿En serio irás a clases? Nos dormimos tarde anoche, quédate conmigo un poco más.
_No, jaja quítate de encima, también deberías levantarte.
_Tan responsable como siempre.

Me sonrió, amaba su sonrisa, acaricié un poco su mejilla, el me besó y luego de eso me levanté.

_Nos vemos en clase.

Me dijo saliendo de la habitación, sonreí cuando iba cerrando la puerta, llamé a mi compañera de habitación, luego de unos minutos por fin se despertó, luego nos vestimos y fuimos a clase, después nos reunimos con nuestros amigos como cada día.

Así eran de felices mis días, sin embargo, vámonos antes de todo esto, hagamos una pausa y retrocedamos.

Muchos sabios consejos dicen que sin amor es imposible vivir, que es algo que necesitamos, que es lo que nos mantiene de pie y nos levanta cada mañana, para mí solo era parloteo, para mí era imposible creerme eso, siempre que decían algo así yo decía "El oxígeno es más importante que el amor para vivir", sin embargo, el amor siempre hace demostrar que existe, mi vida era aburrida, rutinaria, hasta que un día me dió una sorpresa.

El para mí fue la ruidosa tormenta que llegó a destrozar mis muros y ayudarme a ver el horizonte, simplemente llegó para quedarse, el fue mi prueba de que el amor existe...

Leía sumida en mi mundo un libro, me gustaba mucho, pasaba horas hundida en un sillón leyendo, aún no había salido el sol, quería disfrutar mi último día en mi habitación, al salir el sol guardé el libro en mi bolso y me tiré en el suelo justo en medio, escuchaba cada "tik tak" del reloj, mi madre tocó la puerta minutos después.

_Tiffany, vamos cielo, es hora.
_Extrañare mi cuarto mamá.

Dije mirándola, ella sonrió como si me tuviera lastima, me levanté, tomé mi bolso y mi sillón favorito, era uno de estos llenos de poliéster, parecía un peluche gigante, salí con mamá de casa y subimos todas las cajas al auto, luego fuimos a la universidad, llegamos y escuchaba el ruidoso ir y venir de muchas personas, habían varios chicos llevando bolsas y cajas, bajamos del auto y subimos las cajas a una carretilla de estás que tienen agarradero, fui arrastrándola por todo el complejo, los pasillos eran ruidosos, llegamos al departamento de las habitaciones, mirábamos la puerta y ví la puerta "B34" no entendí muy bien porque las habitaciones tenían esos nombres, pero bueno, mamá abrió la puerta y entré detrás con el carrito, me dirigí a mi lado de la habitación, la chica que estaba ahí nos miró en silencio, luego me voltee hacia ella.

_Lizbeth ¿Verdad?
_Su servidora, es un gusto.

Me sonrió, nos acercamos y nos dimos la mano con agrado, luego ella saludó a mi madre, la cuál no se veía muy feliz, yo dejé mis cosas sobre la cama y salí con mamá al pasillo.

_¿Planeas quedarte ahí?
_¿A qué te refieres?
_¿No viste esa habitación? No creo que sea muy buena influencia.
_Vamos mamá, no se ve tan mal, además, estás hablando de tu hija come libros.

Ella rió un poco y me acarició el cabello.

_Esta bien, confío en ti bebé.
_Gracias mamá.

Sonreí y luego salimos y me despedí de ella, se me salieron unas lágrimas al verla irse, guardé mi bicicleta en el "estacionamiento" de bicicletas, luego volví a mi habitación y Lizbeth me miraba mientras comenzaba a acomodar mis cosas.

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