¡Oh, ansiada vida retirada!
Te ansío, te extraño
Pero por mis aspiraciones airadas
No podré seguir ese camino de antaño
¡Oh, ansiada vida retirada!
Devuélveme a esos hermosos tiempos
En los que no me preocupaba nada
Y mi pelo movía el viento
Cuando las hermosas rosas del jardín
Y mi pequeño huerto de tomates
Eran lo único que me preocupaba a mí
Cuando las aves en el cielos me acompañaban a mí
Corriendo por los prados al son de sus baladas piadas
Durmiendo bajos los árboles sin preocuparme por subsistir.
Escribía en el balcón de mi nuevo departamento temporal. Solté un suspiro cansado y di un sorbo de mi café sintiendo la brisa del amanecer revolver mis cabellos de forma meláncolica.
Había tenido que venir a Seúl por culpa del trabajo, durante mucho tiempo he vivido de mis libros sin necesidad de salir de mi pequeño trozo de paraíso en un pueblo rural en Italia. Pero para ascender en mi escala profesional había decidido venir a Seúl para dar unas charlas en la universidad sobre mis trabajos como lingüísta y literato.
Según mi agente sería bueno para mi currículo, encontraría más editoriales para publicar mis obras y me haría algo más popular en mi país de nacimiento. Aparentemente no había ninguna desventaja, aún así, yo no estaba cómodo con el plan ya que significaba volver a mi ciudad natal, específicamente me molestaba el hecho de volver a la ciudad.
Después de años viviendo en una pequeña casita en la costa con mis plantas y viviendo en paz corriendo por los Prados cercanos y disfrutando de la vida en soledad y calma, ahora debía enfrentarme al ajetreo de los coches, a las grandes masas de personas y a la mala educación y el distanciamiento de las personas de estos lugares. En mi estancia en Italia había conocido a personas maravillosas, y al vivir en un pequeño pueblo en el que todo el mundo conoce a todo el mundo siempre me sentí incluido y amado por las nonas (nombre que se le da a las abuelas italianas).
Sentí mi móvil sonar en el interior de la casa así que solté un suspiro melancólico más antes de levantarme para ir a contestarlo.
-¿Diga?- murmuré mientras recogía un poco los libros que compré el día anterior y los colocaba en la mesita de mi habitación.
-Menos mal que te despiertas a estas horas...- Escuché una exhalación de alivio por parte de mi agente.
-¿Me puedes decir qué ocurre, Kyungsoo? Estás perturbando mi momento de paz sin tener que escuchar el ruido insoportable de los coches de la calle- Llenaba mi regadera con el agua del grifo y fui por la casa regando todas las plantas que había colocado para tratar de sentirme en casa. El aire de la ciudad era horroroso y el tener plantas en toda mi vivienda y balcón limpiaba un poco mi departamento.
-Necesito que vengas antes a la universidad hoy... me acaban de avisar de que ha faltado un profesor y me han suplicado adelantar tu ponencia. Pensé que sería mejor para ti ya que ya estarías despierto seguramente y no habrá tanto tráfico-
-Mmm...- Murmuré mientras terminaba de regar mis flores- ¿Me da tiempo a ir andando desde mi departamento?-
-Sí, supongo que sí. Será en una hora más o menos.-Sentí a mi agente nervioso y reí para mí mismo, llevaba unos días en los que estaba muy gruñón por haber tenido que dejar mi casa y lo había estado pagando con él.
-Bueno, entonces ahí estaré... Por cierto Kyungsoo, no muerdo, relájate- Dije lo último divertido y reí antes de colgar.
Me observé en el espejo, llevaba un look informal, un jersey que me tejieron mis amigas italianas y unos pantalones marrón claro a juego. Cogí una bolsa de tela y guardé mis libros y el cuaderno en el que había estado escribiendo con anterioridad.
Cuando estuve fuera el sol dio justo en mi rostro. Me estiré y exhalé aire disfrutando de la paz que se respiraba en la ciudad temprano en la mañana y comencé mi camino hasta la universidad. Poco a poco las personas comenzaban a salir a la calle y yo les observaba minuciosamente, era una costumbre que había adquirido al llegar a este lugar. Aunque no me agradase mucho el hecho de tener tanta gente a mi alrededor había comenzado a verlos como fuente de inspiración y futuros personajes de mis novelas ya que de vez en cuando si observabas bien siempre hay individuos pintorescos o posibles historias que pueden contarse.
Finalmente, después de un buen rato caminando, siempre intentando ir por medio de los parques y los puntos verdes, llegué a la Universidad de Seúl en dónde había una gran masa de estudiantes.
Respiré hondo antes de decidirme por entrar al lugar, mi ponencia de hoy sería sobre la evolución del acto comunicativo y las ventajas y desventajas que esto podía acarrear visto todo mostrando las variaciones del código y de otros términos que poco interesarían a alguien que no estuviera metido en este ámbito. Quería ejemplificar esta evolución con mi propia experiencia ya que al vivir solo, lejos y casi aislado en el campo la aparición de internet, el teléfono, la tecnología y las redes sociales eran clave para que ese aislamiento fuese más bien voluntario y no obligatorio.
En realidad, esa no era la disciplina de las letras que más me atraía pero en una ocasión escribí sobre el tema y fue tan popular que aquí me tenían en universidades hablando sobre el tema. Por lo general me gustaba más escribir novelas, poesía y todo menos académico, había escrito numerosas obras de divulgación cultural y me sentía más orgulloso de esa parte de mi obra que de cualquier cosa.
A lo lejos, observé a mi agente en la puerta de una clase y le saludé con una sonrisa. Me acerqué caminando tranquilo.
-Hey, llego a tiempo, ¿no?-
Asintió rápidamente y me empujó hacia dentro de la clase- Sí, pero por los pelos. ¿Por qué mierdas no llevas reloj?-
-Me estresa. Hace mucho tiempo decidí que el tiempo me chupa el pie y lo tiré por mi ventana. Deberías probarlo.- Le sonreí y este bufó lo que me causó una carcajada.
-Si tu trabajo dependiera de llegar a tiempo no lo verías así- Me colocó en medio de una clase a la que empezaban a entrar alumnos.
-Bueno, por algo no lo es,¿ no crees? Prefiero estar libre de todo eso. Por algo odio la vida de la ciudad. En mi pueblo sabemos que es la hora de algo porque simplemente se siente así, por el sol, el tiempo, el rocío de la mañana,... Además no necesito reloj de pulsera porque oigo las campanas de la igle-
-Baekhyun, cállate- Junté mis labios abruptamente e hice el símbolo de que cerraba una cremallera con una sonrisa porque sabía que a Kyungsoo le molestaba que hablase así cuando este estaba en situaciones de estrés. Igualmente lo hacía. Era divertido.
Le vi mirar su reloj y asentir- Bueno, señor no-tengo-reloj, ya es hora de que empieces tu charla-
-Cuanfo quieras, pero deberías replantearte lo de tener unas vacaciones- Le guiñé el ojo.
Gruñó y sin decir nada más me presentó. No era tan molesto para mí hablar frente a personas o enseñar y exponer mis ideas. Antes de ser escritor había trabajado de profesor en un instituto.
La charla fue perfectamente, eso me lo dijeron las caras de los oyentes además de las interesantes preguntas que me hicieron.
-Bueno, espero que les vaya bien y que hayan sacado algo productivo de mi charla. Tengo algunos libros sobre el tema y por si simplemente queréis pasar un buen rato también escribo novelas y poemas. Ha sido un placer- Hice una reverencia y esperé a que no quedase nadie en el lugar.
Cuando salí del lugar había un chico esperándome. Sentí algo extraño al verle después de tanto tiempo, le miré de arriba a abajo y seguía igual que siempre.
-¿Qué coño haces aquí?-
- ¿Sorpresa? ¿Pensabas que no vendría a visitarte sabiendo que estabas aquí?-
-No seas gilipollas Chanyeol. Fuera de mi vista- Dije serio
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Eating you [Chanbaek/ Baekyeol]
FanfictionTras años retirado en el campo Baekhyun vuelve a su ciudad natal forzado por su trabajo de diseñador. Durante su primera noche allí se ve forzado a salir con sus nuevos compañeros a modo de bienvenida. Pero nada le preparará para lo que le depara el...