Capítulo 4

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Tras esa visita esporádica a Seúl fui capaz de volver a mi pequeña casita en la Toscana. La vida poco a poco se volvió a poner en su lugar, arreglaba mi huerto temprano en la mañana, escribía en la tarde, cocinaba mi propia comida y visitaba a las personas del  pueblo participando en todas las actividades que se realizasen en la pequeña comunidad para tratar de olvidarme de lo ocurrido con Chanyeol. Poco a poco, con el paso del tiempo, me fui olvidando de la promesa que le hice, de la dirección que le di y cuando me acordaba de dicho evento en mi vida me reía algo avergonzado de cómo actúe en dicho momento llevado por mis emociones. La historia se la conté a mis amigas que me aconsejaron como pudieron afirmando en numerosas ocasiones que no valía la pena llorar por los hombres lo que, no voy a mentir, me hizo reír bastante y me subió el ánimo. Aún así, el día menos esperado mientras daba mi paseo diario por la plaza del pueblo me llegaron rumores de la llegada de un turista de ascendencia asiática que se estaba hospedando en el hostal. Esa afirmación me impactó tanto que, de nuevo, dejándome llevar por mis emociones salí corriendo hasta el hostal dónde me choqué con un pecho duro. Murmuré un perdón tímido mientras mis mejillas se sonrojaban por la vergüenza pero al intentar mirar hacia arriba para poner cara al muro que me impedía seguir adelante le vi a él, a quién estaba buscando. 

-Tú... V-viniste... P-pero ya pasó tiempo de...- No sabía cómo comenzar la conversación y mi cara debía mostrar mi confusión así que exhalé un simple- ¿Cómo?-

-Esa es la bienvenida que me das Byun... Qué malo eres conmigo-Dijo en broma haciendo un puchero fingido. No me había fijado bien por mi confusión pero a medida que se aclaraban mis pensamientos pude darme cuenta de su aspecto, tenía su tono de cabello natural echado hacia atrás por las gafas de sol que estaban sobre su cabeza, llevaba una camisa de color azul cielo con los tres primeros botones abiertos y una cadena plateada adornaba su cuello con algunos anillos del mismo color en sus dedos. Se debió dar cuenta de la forma en la que le estaba escaneando y puso una sonrisa socarrona, aquella que sabía que me gustaba tanto- Tú también te ves muy bien Baek. Bueno, creo que para resolver todas esas dudas que tienes en tu cabeza será mejor que nos vayamos a un sitio tranquilo. ¿Cenamos? Es una cita, venga ven, vamos a este sitio- Confundido aún por su llegada tan repentina me dejé llevar por él, estaba a su merced.

-Este sitio tiene buena pinta, ¿tú que dices? Eres el local, después de todo- Le miré a los ojos y asentí como forma de aprobación al lugar y Chanyeol volvió a arrastrarme, ahora dentro del sitio bajo las miradas de todos los habitantes del pueblo a los que conocía y que me miraban algo sorprendidos por dicha escena. 

Nos sentamos en un lugar apartado de la terraza del sitio ya que al encontrarnos en primavera el clima en el lugar era cálido y agradable. Me costaba creer que Chanyeol estaba allí y que la imagen ante mis ojos y que me resultaba tan agradable fuera real y no otra ensoñación melancólica de las que tendía a tener. Pedimos una botella de vino y un plato de pasta cada uno, me echó el vino de forma caballerosa y tras agradecerle volvió el silencio hasta que se dispuso a hablar. 

-Bueno, está claro que, de nuevo me toca dar explicaciones... Bueno, sé que he tardado bastante en llegar pero el problema fue que tuve una serie de problemas con la agencia para la que trabajo. Sabes que en mi trabajo apenas tengo que aparecer por la oficina, pero en el momento en el que les dije que iba a mudarme empezaron a ponerme muchas pegas porque al parecer no sabían cómo iba a poder trabajar aquí y demás... Pero creo que todo está arreglado, al final les pude hacer entender lo importante que esto era para mí- Dijo con una sonrisa algo inocente pero con un tinte macabro, alcé una ceja mirándole y bufó riéndose un poco- Vale, les amenacé con irme de la empresa y colaborar con la rival y al final aceptaron en hacer lo que les pedí. Mis cosas llegan la semana que viene. Por ahora vivo en el hostal pero he comprado una casa para vivir allí sin problemas- Me explicó y yo me sonrojé un poco rascando mi nuca y murmuré a continuación. 

-Yeol... yo... Si necesitas un sitio para trabajar emm... Te lo preparé antes de mudarme aquí para que no tuvieras problema y... No he sido capaz de desarmarlo así que hasta que lleguen tus cosas puedes usarlo-Dije sin mirarlo a los ojos y centrando la mirada en los platos de pasta que acababan de llegar a la mesa. 

-Tú... ¿tienes eso todavía? ¿En serio?-Suspiré rodando los ojos aún algo sonrojado por ello. 

-Sí, lo tengo, deja ya de reírte de mí, por favor- Dije aún esquivando su mirada. En ese momento, acercó su mano a mi barbilla y me hizo mirarlo haciendo que abriese mis ojos al ver una sonrisa tan amplia y tan bonita de esas que podrían inspirar cualquiera de mis poemas. 

-No me reiría de eso en mi vida, Byun. Me hace tan inmensamente feliz que podría explotar ahora mismo... -Murmuró con un tono tan grave y ronco que hizo que mi corazón diera una vuelta en mi pecho. 

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⏰ Última actualización: Dec 10, 2022 ⏰

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Eating you [Chanbaek/ Baekyeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora