Eternamente

capitulo 18

CAPITULO 18

Pensar de más me hace daño, pero ¿cómo lo sé? Fácil, no he dejado de pensar en Sthefanie y obviamente tampoco en Thiago han pasado tantas cosas en tan poco tiempo, siento que voy a morir de la angustia me siento como una mala amiga llevo dos semanas de no saber cómo contarle a Sthefanie lo que paso con Thiago, he pensado mil formas, pero ninguna encaja lo único que ganaría es que Sthefanie me golpee o quizás no.

Las cosas con Thiago han ido bastante bien, salimos juntos después de clases, viene a visitarme a casa, conoció a mi mamá y hoy dentro de dos horas vendrá a recogerme para ir a su casa, conoceré a sus padres y estoy nerviosa ¿Qué dirán de mí? Lo más seguro es que ellos estén acostumbrados a que Thiago lleve a casa mujeres llenas de mucha belleza, perfectas con muchos planes de vida a futuro o algo así, pero cuando me vean a mí pensaran que tuve mucha suerte en que su hijo se fijara en mí o talvez piensen que soy algún tipo de persona que solo le ayudara con sus tareas.

Me puse de pie para cambiarme de ropa no quería verme mal para darles una mala impresión a los padres de Thiago. Saque todo, pero nada era perfecto para la ocasión.

Pase un largo rato viendo toda mi ropa encima de mi cama hasta que termine eligiendo algo sencillo unos jeans, una blusa de un tono pastel y mis fieles amigas, mis converse negras, ya lista tome mi bolso y me senté en la sala para esperar a Thiago. No tardó mucho en llegar, cuando salí de casa los nervios invadían todo mi cuerpo al llegar al auto, Thiago me recibió con una gran sonrisa, nerviosa me subí al auto me coloqué el cinturón de seguridad y él empezó a conducir.

—Te ves bien — sonrío

—Gracias — le sonreí — tú igual

—¿estas nerviosa?

—Solo tengo un poco de miedo de no agradarle a tus padres — mordí mi labio

—Tranquila ellos no muerden— río

En todo el viaje hablamos de todo un poco, logre tranquilizarme, pero al ver que habíamos llegado los nervios llegaron otra vez a mí. Me quite el cinturón y luego baje del auto.

La casa de Thiago no era como la imaginaba, pero cumplÍa algunas de las expectativas que tenía sobre ella como, por ejemplo, la gran cochera que tenía, las grandes ventanas, el enorme Jardín. Sentí la mano de Thiago tomar la mía, juntos tomados de la mano entramos a su casa el interior de ella era muy lindo y muy elegante a lo que supuse que los padres de Thiago deberían de ser personas muy serias, elegantes Y con trabajos importantes.

—Quédate aquí, ya vuelvo.

Thiago se alejó de mí dejándome sola en esta enorme sala, caminé cerca de unas fotos que estaban sobre una mesa, fotos de un Thiago pequeño, junto a su padre y otra junto a su madre, otra con todo su familia, me sorprendí al ver lo grande que es supuse que eran tios, tias, primos, primas, abulos. Me causo un poco de gracia ver a un pequeño Thiago sin sus dientes.

—Sashell ven

Caminé hacia él y me hizo un gesto para que pasara y fue ahí donde vi a sus padres, su madre tenía el pelo recogido en una cola alta, sus labios estaban en un color rojo, sus ojos con una bellas sombras y su padre tenía el pelo muy bien peinado nada parecido al de Thiago que normalmente esta hecho un desastre pero tenerlo así le luce muy bien. El señor cabrera vestía con una camisa blanca formal las mangas estaban recogidas hasta sus codos, su pantalón negro y sus zapatos eran neros. Todo en él reflejaba elegancia.