𝐂𝐑𝐘 𝐖𝐎𝐋𝐅 || 𝐇𝐰𝐚𝐧𝐠 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐣𝐢𝐧

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—¿Qué estas haciendo aquí? —fue lo primero que preguntó.

Hwang Hyunjin era el hijo del alfa, su padre le daría el mando de la nueva manada (que consta de los hijos de los lobos anteriores) en unas semanas pero Jun quería liderar también incluso cuando era consciente que nunca podría competir con Hyunjin, el chico tenía un cuerpo bien formado pero era delgado, Jun realmente le encantaba ese chico pero al mismo tiempo lo odiaba por tenerlo todo y Hyunjin la odiaba por ser tan fuerte además de ir contra las reglas, ella claramente traería problemas a la manada pero él lidiaría con eso porque prefería tenerla a la vista que tenerla lejos.

—Tu madre hizo una reunión —contestó— ¿Qué haces tú aquí? Dijeron que sólo mujeres —le dio la espalda sirviendo agua en el vaso.

—Esta es mi casa, es la casa de tu alfa, deberías mostrar más respeto.

—Lo que digas —le resto importancia regresando con su madre.

En cuanto los demás notaron la presencia del próximo alfa enloquecieron mirándolo como idiotas, Hyunjin era muy atractivo y eso todos lo sabían. La madre del chico se sorprendió de verlo allí, pero el se excusó diciendo que había venido por su celular, todos le creyeron, pero el chico mentía, el había ido a casa porque sabía que la menor de la familia Kim estaría allí.

—Bueno, creo que es momento de contarles porque están aquí y creo que Hyunjin, hijo, debería escuchar.

—Claro —asintió manteniéndose junto a ella mirando de vez en cuando a Jun, pero esta ni lo veía.

—Como todos saben, mi hijo tomará el cargo de alfa de la manada —la señora Hwang miro a las presentes, las jóvenes estaban regias con el chico allí, mientras que las madres se esforzaban por dar su mejor presencia ante el nuevo alfa— Hyunjin tiene veintiuno, a esta edad su padre y yo teníamos unos años de casados —Jun se hizo una idea de por donde iba— Un alfa necesita no sólo una manada, también necesita formar una familia, Hyunjin tiene que elegir a su esposa antes de que esté año acabe.

Jun de inmediato contó mentalmente cuánto faltaba para eso, estaban en verano, pero... ¿Por qué se preocupaba? Era obvio que no le interesaba, mientras las demás estaban ansiosas, ella se mantenía tranquila preguntándole a su madre cuando se irían a casa.

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La mayoría se había ido, pero sólo quedaban Jun y su madre con los dueños de casa.

Hyunjin la veía siempre que podía sin ningún morbo, solo curiosidad, Kim Jun era un verdadero misterio para él ante sus ojos ella seguía siendo la misma niña de hace años, esa que golpeaba a los que la humillaban y se defendía como fuera.

—Espero que esto no signifique nada —Hyunjin la tomó por sorpresa al dirigirse a ella.

Jun tenía su cabello azabache recogido en una coleta alta, le gustaba como se veía el color negro en ella y a Jun le gustaba verlo con esas camisetas blancas junto a esas botas típicas que llevaba todo el tiempo.

—¿Qué?

—Ya sabes, ahora que sabes que debo buscar esposas podrías comenzar a tratarme como se debe...

—Oh, creo que el ego se te ha subido a la cabeza —dio unos golpes a ella con su mano cerrada y Jinnie se quejo tomando su muñeca con fuerza, pero eso no le dolió, solo sonrió encantada.

Le gustaba ser orgullosa ante él, le gustaba dejarle en claro que era más fuerte que él, si, Jun disfrutaba dejar la hombría del chico por el suelo.

Le gustaba dejarlo en ridículo.

—Comportarte, ¿quieres?

—Pero joven Hwang, acaba de decirme que no quiere que cambie mi forma de actuar
—uso sus palabras en su contra y escucho un gruñido de su parte— Oh, ¿así te hace gruñir esa chica? ¿Cómo se llamaba? ¿Yeji?

Así como Hyunjin tenía muchas chicas muriendo por él, solía ser electivo a la hora de acostarse con alguna, por lo general cuando la luna llena estaba cerca tanto como los hombres lobos como licántropos se volvían ansiosos, inquietos y quizás sedientos (esa sed era debido a las hormonas) Jun solía sentirse de peor humor y por eso faltaba cuando esto pasaba, las hormonas de una mujer eran más fuertes que las del hombre, todos sus cambios eran doble de intensos. La pobre muchas veces no se entendía así misma.

—¿Celosa de no poder intentarlo? —acarició su muñeca insinuadose.

—¿Aquí es donde te digo que no y tú me sigues insistiendo y entonces caigo en la trampa? —se soltó bufando— Así conquistarás a las demás perras de la clase, pero conmigo no va eso... Alfa.

—¿Lista para irnos, Jun? —su madre apareció en compañía de la señora Hwang.

—Claro.

—Oh, Jun cielo, ¿Cómo te has sentido? —quiso saber con curiosidad, la señora Hwang— Se que tus humores no son fáciles de llevar...

—Estoy bien —se limito a decir— Espero que su hijo encuentre una buena esposa, hay muchas interesadas en él.

Hyunjin la miró muy serio, ella definitivamente le daría problemas a ser el alfa. Jun no lo trataría como superior, como su líder y eso le molestaba de cierta manera, alguien debía enseñarle las reglas le guste o no.

¿Hyunjin sería capaz de escogerla como su esposa?