Feelsout

Ni siquiera

Hola, lamento que estés leyendo esto, no será muy entretenido. 

Vengo aquí porque estimo que a nadie le importará realmente lo que escriba, así que de todas formas lo dejaré dado que será mi escape de la autolesión. 

Tengo tan solo 19 años. Vieja para unos. Joven para otros. 

Ciertamente me siento en el limbo. ¿Por qué nacemos? ¿Con qué propósito?. El universo es tan grande, contiene miles y miles de galaxias, con miles y miles de estrellas y diversos astros. No somos más que las bacterias que viven en nuestros cuerpos en comparación al tamaño del universo. ¿Nacemos para ser felices? ¿Es necesario hacer algo importante?. De todas formas somos menos que hormigas. 

Decir que me siento perdida es poco. Hay un vacío constante en mi pecho que mi cerebro me pide que llene. Sin embargo ¿Con qué lo lleno?. Si de todas formas no vale la pena. 

No soy la primera que se siente así por supuesto, claro está. Si también te sientes así, lo lamento mucho. Recomendarte que busques ayuda -específicamente, profesional- no servirá de mucho, dado que no te conozco. No sé nada de tu realidad, tu edad, las cosas que odias o que son tus favoritas. Pese a eso sé que eres una persona y sientes mucho, igual que todos. Nadie es más especial que tú y, tampoco eres más que la persona que acaba de pasar frente a tu casa. Aún así, eres especial a tú manera, porque no hay nadie más cómo tú. 

Ay, la vida. ¿Qué sería de ella sin dolor?.

Escribo esto desde mi corazón. Dentro de él está este dilema: Quiero cuidar a los demás, quiero verlos bien. Y si soy igual que tú, porque somos igual de especiales ¿Por qué me cuesta tanto querer verme bien a mí?.

Tengo sueños, deseos, metas, esperanzas y preferencias, al igual que todos ¿Cómo los cumpliré sin ser capaz de cuidarme y respetar mi vida?.

Quizás estoy aburrida, quizás necesito enamorarme, quizás necesito dejar a mi familia, o quizás, con solo morir estaría bien. 

La mayor parte del tiempo me la paso aburrida. Desde luego me es muy difícil moverme. Levantarme de la cama en la mañana. Pensar qué comer y prepararlo. Decirle hola a mi mamá. Levantarme de mi cama para estudiar o dibujar. Limpiar, ordenar, cocinar, lavar ropa, aprender. Todo suena agotador. No tengo motivación. 

Los amores que he tenido han sido todos unilaterales en su momento. Probablemente les aburrió mi pesimismo y falta de amor propio. Da igual ¿No? A todos nos han roto el corazón. Nuestros padres, nuestros hermanos, tíos, primos, amigos, novios, pololos, con sus decepciones, peleas, llantos y gritos. 

Mi familia también está decepcionada de mí. Lo lamento mamá por mis malas notas, es difícil estudiar con los gritos que hay en mi cabeza todo el tiempo. Lo lamento papá, por decepcionarme de ti e ignorarte todo lo posible, no tolero tus pesadas actitudes ni tus gritos, gritos por atención de tus hijas -atención que crees merecer cuando ni siquiera estuviste para nosotras en tiempos especiales-,  gritos a mi mamá cuando hablan y ella no logra entenderte bien dado que eres incapaz de hablar claro o modular, gritas por cosas por las que no deberías enojarte. Lo lamento hermanas, por expresarles a veces cuanto me desagrada mi miopía, o mi abdomen, o mis manos con braquidactilia tipo D, o mis pies con esas feas uñas, lo lamento pero son cosas que me duelen y daría todo por cambiar; ver toda esa gente perfecta, con manos perfectas, con pies u ojos perfectos, para luego compararme y darme asco es algo que no puedo evitar. Lo lamento, mis amigas y amigos, muchas veces pensé en morir estando sola o con ustedes, tirándome por balcón del colegio o de la U, tirándome por las escaleras, tomando esas tijeras o esa cartonera o ese cuchillo en la cocina para luego cortar mis venas ahí mismo; muchas veces intenté contarles esto mismo que escribo, perdón pero en esos momentos no podía ser franca porque soy cobarde o simplemente no podía explicarlo con mis palabras. Ojalá supieran que no los culpo de nada, ustedes tenían sus dolores también y hablar de esto pudo ser incómodo. También lo odio, lloro en mis pensamientos.