Cuando abrí los ojos de inmediato estaba segura que había vuelto, pues me encontraba en la antigua habitación que ocupaba en la casa 'familiar', la habitación más apartada del 1° piso, una habitación que ni siquiera las sirvientas la querían, el lugar era descolorido y maltratado, los muebles eran viejos e incluso algunos estaban rotos... me obligaron a mudarme el día que 'ella' llegó, mi querida media hermana 'la protagonista'; pero ahora no era el momento de preocuparme de ella, necesitaba averiguar qué día y que año era en específico, así podía realizar mejor mis planes.
Cuando me senté en la cama al instante me sentí mareada, toda mi ropa estaba húmeda y me sentía muy sedienta... era bastante obvio que había sufrido de fiebre, pero no había señales de que ninguna persona se preocupara por mí, ni siquiera alguien había podido quitarme los zapatos o cubierto con una manta; al parecer me desmayé en la cama... era un milagro que no me ocurriera nada peor.
Luego de salir de la ducha me cambié de ropa a algunas prendas sencillas que estaba acostumbrada y que por alguna razón siempre cubrían todo mi cuerpo desde el cuello hasta mis rodillas, como cual hábito religioso, los colores eran diferentes tonos de café y la odié de inmediato... me recordaba que siempre era la sombra invisible de mi media hermana y el echo de que siempre mantenía la esperanza en ese dios inepto.
Simplemente quería quemar todo esto, pero aún no era el momento, por ahora debía seguir aparentando; al mirarme al espejo me quedé allí un instante, yo era bastante bonita, de piel clara, ojos verdes esmeralda y un lacio y largo cabello carmesí.
por lo menos aún no había echo la locura de cortarlo hasta el cuello y aún me llegaba hasta la cintura, tenía un cuerpo bastante sexi, pero nunca se podía notar por la ropa holgada que siempre ocupaba.
Trencé mi cabello como siempre, respiré profundamente y salí de la habitación.Antes de entrar al comedor me encontré con una sirvienta, me miró con desprecio y ni siquiera lo ocultó...era irónico que yo siempre sufriera de ese tipo de miradas cuando yo era la hija legítima y la 'protagonista' la hija de la amante.
"Buenos días" le saludé lo más amable que pude tratando de no levantar sospechas y la sirvienta me contestó "serán buenas tardes, ya pasan de las 2 p.m., la señorita se levantó bastante tarde" me contestó, yo seguía forzandome a sonreír y soportando no golpearla con mi puño, le dije "hoy estoy un poco desorientada, me podrías decir el día y el año, por favor" y ella me miró con cara de estúpida y luego dijo "día 27 del año AA", yo sonreí ampliamente, no porque me contestó, sinó porque había vuelto en el mejor momento.
Ella entonces dijo "el señor y la señorita están almorzando dentro, tú...", pero yo no le dejé terminar "oh, no quiero molestar, diles que saldré al templo a rezar", no quería arruinar mi buen humor con ellos. Además según la fecha que me acaban de dar yo debería estar casándome en 2 días y aún tenía muchos planes que hacer... y no específicamente sobre la boda.
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La Segunda Vida Del Fénix
FantasyElla siempre confió en dios, le confió su seguridad, su futuro y su vida... pero al final para dios solo fue un personaje más en otra novela.