Prefacio.

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La reina Ann sostiene a su pequeña niña en brazos, es la última de doce hijos, seis niños y seis niñas, es hermosa y diferente a los demás sus ojos son tan azules y cristalinos como una mañana sin nubes a diferencia de los ojos avellanas y verdes propios de la familia real, su cabello tan blanco como la nieve y un lunar en forma media luna en la mitad de su nuca.

Desde el día de su nacimiento los reyes no ha podido descansar y mantiene a su hija bajo vigilancia estricta porque las palabras de la partera calaron hondo, "felicitaciones mi lady es una de las escogidas por la diosa dama para servirle, esta niña tiene un camino muy especial que recorrer."

La familia real consagraron a la niña a la virgen María para buscar contrarrestar los efectos de la diosa pagana, por eso su nombre Marie, su cabello era constantemente tinturado y la criaron en la más estricta educación religiosa católica para buscar la aprobación del papa y los pueblos vecinos, no se podían permitir una nueva guerra, mientras el rey buscaba en todo el reino a los sabios y maestros que pudieran indicarle como quitarle esa mancha en la honra de su hija.

Un viejo sabio le envió un mensaje enigmático al rey el cual no lograron comprender "la pequeña princesa es la escogida de la diosa dama, en tierra impoluta deberá esperar hasta que esté lista para liberar a su ama cuando el día se convierta en noche durante la próxima luna llena negra y solo un príncipe de la tierra en agua podrá liberarla, el dios del sol. "

El despertar de la diosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora