so if you wanna piss off your parents - larry stylinson

show

        – Louis, no puedo siquiera comenzar a agradecerte por hacer esto. Probablemente tengas muchas otras cosas con las que ocupar tu tiempo y que te estés prestando a ayudarme significa muchísimo. No quiero sonar mal, en lo absoluto, pero si hay algo que quieras o necesites, sea dinero u otra cosa, yo puedo dártelo. Muchas gracias, enserio.

     
         – Oh Harry, no hay ningún problema. Yo he tenido problemas con mis padres también y aunque no nos conocemos, me agradaste y me gustaría poder ayudarte. Así que venga, dime dónde queda tu casa y te llevo.

      En eso, Liam se acercó a ellos con Zayn de la mano.

        – Harry, estás cien por ciento seguro de que quieres hacer esto? – preguntó. El nombrado lo miró mientras tomaba el casco de la moto que Louis le tendía.

          – Por supuesto que sí, no puedo esperar a ver sus caras cuando Lou me deje en la moto – y otra vez sus mejillas estaban rojísimas porque el apodo se le había escapado, pero esta vez fue turno de Liam de sonreír y ver la escena frente a él.
Con suerte, esto terminaría en algo más para su amigo y el castaño.

        – De acuerdo, nos vemos luego, avísame cuando hayas llegado a casa – le dió un breve abrazo al rizado y a Louis, Zayn hizo lo mismo y ambos se alejaron hacia el auto de Liam.

          – Bueno Bambi, guíame – dijo Louis una vez que ambos estaban sobre el vehículo y vergonzosamente, Harry lo abrazaba por la cintura.

       Honestamente, nunca pensó que se sentiría tan bien desafiar a sus padres, y menos estando en la motocicleta de un muchacho mayor y guapísimo.

        Llegaron en cuestión de menos de diez minutos, y Louis aparcó en la puerta.

        – Tal vez deberías, no sé acelerar la moto o algo para que escuchen el ruido y se asomen – dijo Harry mientras se bajaba.

Louis asintió e hizo lo pedido, sonriendo cuando una cortina del piso superior se corrió y una mujer observó por la ventana.

         – Bueno, hora del show.

Dudosamente Louis apoyó sus manos en las caderas de Harry, y aunque éste tenía vergüenza, sonrió y envolvió su cuello con sus brazos, escondiendo su cara en el pecho del otro.

         – Harry! Entra en este mismo instante! – el nombrado reprimió una risita mientras inhalaba el exquisito aroma de Louis.

       Se separaron y se vieron a los ojos  antes de que Harry dejara un delicado beso en la mejilla del otro.

         – Gracias por traerme Lou, nos vemos – dijo soltandose y comenzando a alejarse.

Sin embargo, el mayor lo agarro por la muñeca y antes de que lo supiera, lo estaba atrayendo hacia sí de nuevo, para dejar él un beso en su mejilla.

          – Adiós bebé, te llamo luego – le guiñó un ojo y sacó un cigarrillo de su chaqueta, todo bajo la atenta mirada de la madre.

       Rojo como un tomate, Harry se alejó con una sonrisa y pasó junto a su madre, que los fulminaba a él y a Louis con la mirada.

        Que comiencen los juegos del hambre.