Capitulo 17. Amor y Sorprendentes Revelaciones; Los hermanos Jordan

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Bueno, ya seguimos nosotras —dijo la encapuchada, interrumpiendo las miradas asesinas a James.

¡Hola! —pero ahora ella fue interrumpida, pues las puertas del Gran Comedor se abrieron nuevamente, dejando ver a Oliver Wood. Admiradoras se acercaron a pedirle autógrafos, ya que, desde que salió de Hogwarts, había estado en los Puddlemere Unidos, inicialmente como reserva y ahora como titular. Una de las chicas en la mesa de Gryffindor se puso celosa al verlo rodeado de chicas.

Disculpen, Sr. Wood, ¿puede tomar asiento? Estoy en medio de una presentación —dijo la encapuchada.

Oliver Wood miró con extrañeza a la chica encapuchada, pero luego asintió y se sentó en la mesa de Gryffindor. Los presentes le explicaron brevemente el motivo de la presencia de los encapuchados y él escuchó atento, sorprendido por cada detalle. Finalmente, se dio cuenta de que había sido llamado porque su hijo estaba ahí. Miró a una chica que conocía y se sonrojó al darse cuenta de que ella lo miraba.

- ¡Hola, buenas tardes, queridos alumnos de Hogwarts! Soy Alicia II Demelza Jordan —la chica se quitó la capucha, mostrando a una joven bien formada, de piel morena, ojos negros como la noche, y un cabello alborotado de color café oscuro, junto con una enorme sonrisa que mostraba sus dientes blancos. Lee Jordan abrió los ojos sorprendido al ver a su hija.

- Mis padres son Lee Jordan y Alicia Spinnet —dijo Alicia II, haciendo que ambos se sonrojaran, pues habían empezado a salir juntos en las vacaciones cuando se encontraron por casualidad.

- Tengo 15 años y soy su hija menor. Perteneció a la casa de Slytherin —la casa aplaudió, aunque algunos no lo tomaron muy bien, pero lo aceptaron con el tiempo. — Bueno, igual que mi madre, amo el Quidditch, pero lo que más me gusta es narrarlo. Eso lo heredé de mi padre —este sonrió con orgullo. — Tengo excelentes calificaciones. No soy prefecta, pero espero lograr ser Premio Anual, aunque tengo una gran competencia —volteó a mirar a dos encapuchadas a quienes les guiñó un ojo.

- Pertenezco a las Merodeadoras, donde soy conocida como Adabel —explicó.

Adabel significa "Feliz" —explicó Dominique, y todos entendieron que esa chica siempre estaba feliz y llena de energía, pues era hija del mejor narrador de partidos de Quidditch.

¿Alguna pregunta?

Sí, yo... ¿tienes novio, hija? —preguntó Lee, sin poder contener los celos de padre, motivo por el cual Alicia I le dio una golpe en la cabeza.

Alicia II rió por el golpe que le dio su madre a su padre y luego se puso seria al ver que él aún esperaba una respuesta. Miró hacia la mesa de Gryffindor, donde su novio ya estaba. Él asintió a su mirada y caminó hacia el frente.

Bueno, sí lo tiene, Sr. Jordan, soy yo —habló nerviosamente Frank II. Lee lo miró con gran seriedad y luego asintió.

Qué bien. Verás, es hora de que le digamos en el futuro —Frank negó asustado.

Solo porque tu madre lo controla. Recuerda que el pobre Teddy estuvo dos semanas en el hospital cuando el Sr. Weasley se enteró de que Victoire estaba embarazada, y eso que ya llevaban dos años casados —muchos rieron, y Bill asintió satisfecho, aunque recibió miradas amenazadoras de Tonks y su esposa.

No te preocupes, amor. Sé que papá no reaccionará así si se entera que somos novios —dijo Alicia, con una sonrisa tranquilizadora. Frank asintió preocupado y luego le dio un beso en la frente. Muchas miraban con ternura la escena.

Por cierto, papá, vas a ser un gran maestro de Herbología y jefe de la casa de Gryffindor, y mamá, eres la ladilla del Caldero Chorreante —mencionó Frank con orgullo. Neville se sonrojó mucho, y Hanna sonrió orgullosa, pues anhelaba ese local. — A cierto, mamá, trabajas en el Profeta, y papá, como locutor de los mundiales de Quidditch —ambos también sonrieron orgullosos.

Bien, eso es todo de mi parte. Sigues tú, hermano —dijo Alicia, señalando al encapuchado que estaba a su lado. Él asintió y luego caminó hacia el frente. Se notaba que era un chico alto y de espalda ancha.

Cuando llegó al frente, se quitó la capucha, mostrando a un joven de piel morena con una camisa de tirantes negra que dejaba ver sus bien marcados músculos. Tenía los ojos medianos de color café oscuro y el cabello medio rapado. Muchas chicas suspiraron.

Bien, yo soy Seamus Fredrick Jordan Spinnet. Mi primer nombre es por mi padrino Seamus y el segundo en honor a Fred Weasley — estos últimos, agradeciendo a Lee. — Tengo 17 años, pertenezco a la casa de Hufflepuff y tengo muy buenas calificaciones. No logré ser prefecto, pero sí Premio Anual —dijo el chico con orgullo. Los futuros padres sonrieron por las metas de sus hijos.

Mis mejores amigos son los Merodeadores II y las Merodeadoras —los nombraron y sonrieron, aunque una de ellas tenía una sonrisa triste, lo cual Seamus notó y recordó lo que tenía planeado desde la mañana.

Ahora quiero hacer una pregunta frente a todos, y especialmente a los Sr. Percy y Audrey Weasley, a su hija menor, Lucy —la mencionada, que tenía la cabeza agachada, la levantó bruscamente al ver a Seamus como si fuera un sueño.

¿Lucía Emma Weasley, quieres ser mi novia? —Seamus se arrodilló frente a ella.

Lucy no podía contener su felicidad y shock, y finalmente movió la cabeza asintiendo, con las manos ocultando una enorme sonrisa. El chico le quitó las manos para darle un beso en los labios.

James y Fred II levantaron sus varitas, pero las bajaron al ver la mirada asesina de Dominique.

Audrey miraba con emoción a su hija, mientras Percy se mostraba pálido, ya que aceptar la relación de sus hijas era una cosa, pero verlos besarse así era otra. Carraspeó intencionalmente fuerte. Los dos se separaron, sonrojados.

Lo siento, Sr. Weasley —dijo Seamus.

Percy asintió, fulminándolo con la mirada. El chico entendió perfectamente que era un "acepto su relación, pero mantente al margen".

Bueno, eso deja claro que tengo novia —dijo Seamus, sonriente.

Bien, ahora siguen las chicas —dijo el chico, que luego fue a sentarse con sus padres, quienes estaban frente a Lucy y su familia, mientras los alrededores los felicitaban.

Bien, gracias, Jordán —corearon a la vez las chicas, quienes caminaron al centro.

Viajando al Pasado 3* GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora