parte única.

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⌲ ,, ꒰ ♡ ꒱ . . . . . . . . . .

Su fantasía de hoy era simplemente tener una tarde en completa paz y estar relajado divirtiéndose con su amada playstation, cosa que sería de esa manera si no hubiese tenido la amabilidad de invitar a Sebastián para tener compañía.

Adora a su compañero, de verdad, pero últimamente su comportamiento eufórico sobrepasaba lo normal al que ciertamente ya estaba acostumbrado a tolerar. Aquella personalidad explosiva era de sus favoritas; disfrutar su alegre energía y contemplar esa resplandeciente sonrisa era lo mejor de sus días, sólo que su paciencia se fue agotando debido a lo insoportable estaba cada día.

Cuando lograba concentrarse en el partido, cosa que sucedía poco, tenía a Sebastián haciendo cualquier cosa que se le ocurriese en ese momento para llamar su atención; tiraba de su oreja o lo empujaba y hasta se movía de un lado para el otro. Desde que lo conoce nunca pudo mantenerlo quieto aunque sea un minuto entero, no era un problema ello, sino sus ganas de enfocarse realmente en el juego.

-¡Pará Seba quiero jugar! -se quejó retorciéndose con molestia al sentir unos dedos juguetear en sus costillas, intentó no reírse pero fue en vano.

Sebastián reía fascinado con la maravillosa melodía que eran las carcajadas de su amigo que con sólo escucharlas su corazón irradiaba felicidad. El perfecto perfil de Leandro se llevaba su completa atención incluso aún más observar lo concentrado que intentaba mantenerse.

La primera vez que vio esos brillantes ojos azules supo de inmediato que Leandro sería parte importante en su vida. Y también demasiados sueños húmedos. Se divertía molestando a la gente pero su amigo era un caso especial, cuando se trataba de él todo era especial. -El partido sigue cero a cero Leandrito -comentó burlón y llevó su mano hasta la oreja ajena queriendo tirar de ella pero un manotazo brusco lo aparto.

Ideas fugaces revoloteaban por su mente una de esas le pareció interesante así que con una sonrisa maliciosa se levantó vacilón y tan rápido como pudo posicionó todo su cuerpo frente a el obstruyendo su vista casi por completo, en pocos segundos se pudo oír una queja.

-¡Movete boludo dale! -Paredes exclamó enojado, moviendo la cabeza para todos lados en busca de poder ver aunque sea un poco.

Cómo no hubo movimiento alguno por su parte, sólo risas, ante las protestas tironeó de su remera en un intento de apartarlo moverlo de allí rápido, sin embargo, lo único que obtuvo como resultado fue un pesado cuerpo encima. No era la primera vez que tenían algún roce físico es más lo tenían naturalizado gracias al pasar del tiempo.

Sebastián tomó con diversión la bochornosa situación, estaba siendo sostenido por la cintura y sin poder evitarlo sus risas se tornaron nerviosas. Con movimientos desesperadamente torpes se dejó caer sobre el sillón al costado de su amigo quien también se le reflejaba lo avergonzado que se encontraba.

Leandro al ver ambos mandos de la play en el suelo se dio cuenta que había dejado caer el suyo, los levantó fastidioso murmurando insultos al aire y fulminó con la mirada a un cómodo Sebastián recostado en el sillón que aún no paraba de soltar leves carcajadas.

Despreocupado se lanzó al sillón cayendo directo arriba de Sebastián que lo observaba confundido y con el corazón latiendo fuertemente. Leandro llevo sus manos a su cuerpo y comenzó a atacarlo con duras cosquillas, está era su venganza una floja y débil pero al fin y al cabo una venganza.

Las risas no cesaban por parte de Sebastián y al borde del llanto hizo su mejor esfuerzo para intentar escapar de ese dulce tormento que eran las magníficas manos de Leandro. Con su último aliento trato de removerse debajo de aquel cuerpo, como pudo los giró a ambos y perdiendo el equilibrio se desplomaron en el suelo.

Leandro con sus ojos cerrados soltó un gruñido de dolor por el golpe en su cabeza además de tener, otra vez, la alucinante figura de su compañero encima aplastándolo. Sebastián asustado por haberlo herido se enderezó y se arrodilló a un costado para examinarlo.

-¿Estás bien? -su voz emanaba preocupación.

Apenas Leandro abrió sus ojos una luz emergía detrás de Sebastián iluminando como si fuera un ángel, cuando vio su rostro lleno de angustia sonrió enternecido y una vocesita dentro de su cabeza gritaba anhelante: "besalo besalo besalo".

-Casi muero aplastado por un gordo, ví mi vida pasar delante de mis ojos -dramatizó divertido observando como su amigo se cruzaba de brazos con una mueca de disgusto que le duró poco, se le veía listo para contraatacar pero el fue más rápido y aprisionó sus manos con las suyas.

No obstante, Sebastián comenzó a forcejear para liberarse ni bien sintió las manos de su amigo retenerlo. Leandro no podía hacer mucho ya que aún se hallaba completamente en el suelo y aunque pudiese no sabría que más hacer además de reírse del momento infantil que estaban teniendo. Esa vocesita resonó otra vez "besalo besalo besalo".

¿Y por qué no? Sebastián es lo más bello que llegó a conocer, las personas no comprendían como podía soportar tanta explosividad pero para el siempre fue natural, lo ama y si sus sentimientos no son recíprocos lo entenderá e intentará arreglar la situación si es que se genera un problema.

Respiró profundo antes de dar el siguiente paso y con valentía de un sólo movimiento estampó sus labios en los deliciosos labios ajenos disfrutando lo dulces que eran. El beso fue superficial y corto pero una chispa estalló dentro suyo. Se alejó apenas un poco para admirar el rostro sorprendido de Sebastián, sonrío.

-Increíble, logré que te quedarás quieto -Leandro se irguió acomodándose para quedar sentado frente a él y reía satisfecho por su hazaña. Si sabía que esa sería su reacción hace mucho lo habría besado sin dudarlo.

Sebastián no pudo pronunciar palabra alguna ante el repentino beso, se había quedado atónito en su lugar ¿de verdad fue besado por el hombre más hermoso que conoció? quería saltar y gritar si sólo su cuerpo pudiera moverse claro lo haría.

Acumuló tanta energía dentro de su cuerpo durante esos segundos en pleno shock que la pobre pedía a gritos liberación. Le dió libertad, si, cuando tomó con sus manos la nuca de Leandro para atraerlo hacia el y de manera efusiva besarlo hasta empujarlo nuevamente al suelo acomodándose encima, justo ahí explotó.

Se besaron tan apasionadamente que Sebastián jadeaba de sólo sentir las manos de Leandro tocar su cuerpo con delicadeza. Dios, la forma de besar de Leandro era una exquisitez ¿cómo pudo vivir tanto tiempo sin haber probado esos sabrosos labios?

Extasiados por el momento se olvidaron de lo más esencial para vivir: respirar. Al despegarse, Leandro repartió besitos tiernamente en cada parte del rostro de Sebastián y este se dejó consentir gustoso. Se miraron fijamente y sonrieron en sus miradas había puro amor.

-No sé que va a pasar a partir de ahora Seba pero te amo, mucho.

-También te amo Lean.

Estaba claro que se entregarían en alma y cuerpo al otro porque siempre fue así para ellos y siempre lo será.

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no puedo CREER que me quedotan largo esto, posta es muchopara mí

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no puedo CREER que me quedo
tan largo esto, posta es mucho
para mí. no es tan segura mi vuelta
ya que este os paressi me costó
bastante porque ya lo había escrito
pero sentía que estaba horrible, etc.
sooo, no prometo nada ╮(^▽^)╭

perdón si fue aburrido o algo༎ຶ‿༎ຶ

ojalá andén bien, cuídense tkm ♡(˃͈ દ ˂͈ ༶ )

relaxing ; Paredes x Driussi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora