Prólogo

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-Muy buenos días radioescuchas de todos los lugares, sean bienvenidos a otro segmento de la hora musical con Jay Harolds y Louis Higs. Empezaremos el día de hoy con algo clásico tras estos avisos...

Sonaba la radio

-¿Y cómo te fue en la escuela Tom?

-Bien, supongo

-¿Está todo bien?

-Sí, tengo algunos problemas con álgebra, pero fuera de eso todo esta bien.

Era otro día normal de regreso a casa tras una larga jornada escolar y Thomas seguía la larga rutina de interrogación por parte de su madre, quien se mantuvo en silencio por unos minutos

-Vamos, habla ya- insistió ella, pero no recibió respuesta por parte de Tom -Mira no es que quiera ser irritante hijo, pero te has vuelto muy distante últimamente y como madre es mi deber mantenerme al tanto de tu vida, es de echo mas que un deber...

-Yo sé mamá...

-Hijo tu eres uno de mis mayores puntos de atención, y si hay algo en lo que te pueda ayudar debes saber que siempre estaré disponible para apoyarte

-¿Y nosotros qué? - irrumpió uno de los hermanos menores de Tom

-El suyo es otro caso pequeños - dijo su mama

-¿Que no nos quieren?

-Si, pero yo me voy este año a estudiar fuera, cuando me vaya mamá podrá ponerles atención a ustedes- bromeaba Tom

-Hijo, volviendo a lo anterior, solo quiero que no te olvides de nosotros estando allá

-¿Cómo olvidarlos?

-Podremos estar siempre en contacto...

-Ma, tranquila, no me estoy yendo mañana, el tiempo se aprovecha y se vive, no se cuenta - interrumpió Tom

-Ya nos extrañaras...- decía entre suspiros su madre

Exhausto por el día escolar, Tom se recostó sobre la ventana del auto y observaba los demás vehículos pasar mientras sus hermanos Tony y Emma jugaban y reían en los asientos traseros, la música sonaba en un volumen moderado y el tráfico parecía que se encontraba en una conversación sin fin. Mayoría de la gente encontraría esos sonidos todos juntos algo estresantes, pero Thomas los sentía relajantes... Y le inducían sueño cada vez mas y mas.

Los movimientos del auto lo adormecían y el pasar de los demás vehículos igual, era cuestión de tiempo para que cayera dormido, pero su auto paso por un tope, haciendo que su cabeza se estrellara con la ventana y lo despertara, entonces pudo ver como un vehículo se acercaba a toda velocidad y parecía no detenerse

-¡GIRA!- advirtió Tom, pero fue inútil, el coche que venia rápidamente choco el auto e hizo que diera vueltas hasta dar a parar en un poste de luz cercano...

A ese accidente le siguió otro, y luego otro y otro, choque tras choque.

En los oídos de Thomas se habían desvanecido las risas y la musica, para ser reemplazadas por sirenas de ambulancias, metal chocando contra metal y un zumbido que termino siendo lo ultimo que oyera antes de caer inconsciente sobre la puerta del auto.

"¿Dónde estoy?

No siento mi pierna derecha... No siento nada

¿Qué ocurrió? ¿Acaso morí?" soñaba Tom antes de despertar bruscamente, el alrededor estaba oscuro y parecía no haber nadie excepto un perrito que se encontraba lamiendo sus heridas, rápidamente el continuo a presionar para que no se desangrara, pero la sangre ya estaba seca y las heridas en su mayoría habían sanado. Se había fracturado la pierna y tenia pedazos de metal incrustados en el cuerpo. El devolvió la atención al perrito y confundido decía

-Hola amigo, ¿qué paso por aquí?- pasaron unos segundos para que se percatará de que en esa calle había demasiado silencio, las sirenas ya no sonaban, y su voz era la única que vagaba por esos vientos. La sonrisa que trajo la compañía del perro pronto se vio borrada al ver que su familia ya no estaba en el vehículo por lo que se apresuró para salir de éste y buscar ayuda, pero surgió otro problema, estaba nevando y las calles ya se veían repletas de nieve

-¿Nieve? Pero si estamos en Agosto - repetía Tom confundido.

Era difícil para el caminar en la nieve con una pierna herida ya que era difícil de sacarla después de cada pisada.

La visibilidad era de menos de 10 metros por la fuerza del viento y las fuerzas que tenía Tom se le terminaban con cada paso que daba, pero debía encontrar a su familia.

-¿¡Mama!?, ¿¡Emma, Tony!?- gritaba al aire, antes de ceder ante el viento e hincarse en la nieve - ¿¡Hola, alguien!?

Pero no recibía mas repuesta que los silbidos del viento que chocaba contra su frente

Pronto la pierna herida cedió y Tom se encontraba en el suelo, sin poder levantarse y susurrando

-Mamá... Emma... Tony... Este no puede ser mi final, no lo será hasta que los encuentre.

Y con el viento sus palabras desaparecieron. Totalmente solo, y herido, tenía la esperanza en que una luz aparecería en el camino y se acercaría a rescatarle, pero parecía que tal cosa no llegaría... Entonces simplemente cerró los ojos y empezó a preguntarse

"¿Qué ocurrió... y por qué?" pensaba mientras recordaba la conversación que tuvo con su madre antes

"No los puedo olvidar... No aún ..."

"18" [Pausada Indefinidamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora