PDV Bianca
Mi madre me miraba con horror en sus ojos, las lágrimas corrían por sus mejillas y no entendía que ocurría, el ruido que provenía de afuera me tenía muy confundida.
Mi padre estaba ocupado atascando las puertas con barricadas improvisadas.
—Es hora —dijo mi padre, miró a mi madre y luego ella a mi.
Se acercó a mi y con sus manos me tomó en brazos, aún sin entender nada y asustada las lagrimas no tardaron en aparecer, le preguntaba a mamá que es lo que ocurría pero ninguna respuesta.
Llegamos a mi habitación y de ahí saco una maleta que estaba oculta bajo mi cama y con ella un bolso.
—Hija quiero que me escuches atentamente— me miró seria— La gente que está afuera son personas muy malas que nos quieren hacer daño— me dijo mientras se agachaba a mi altura y limpiaba mis lagrimas.
—Nosotros pertenecemos a un linaje particular y muy poco común y hay gente que está interesada en estas características —continuó — Así que es importante que hagas lo que te diga para que puedas salir de aquí.
Asentí con dificultad y con un nudo en mi garganta.
—Quiero salgas por la ventana cuando tu padre y yo te gritemos desde el piso de abajo y corras hacia el bosque, ahí te encontraras con alguien de la familia que te cuidará cuando nosotros ya no estemos— dijo mientras las lagrimas brotaban de sus ojos.
—Mami ¿Por qué no vienes conmigo? —dije con la voz rota, no quería separarme de mi mami, ¿Y si ya no la volvía a ver?
—No puedo mi amor, debo asegurarme de que ellos no te encuentren, tienes que estar tranquila, a ti nada te va a pasar, yo siempre te estaré cuidando aunque no puedas verme— las lagrimas la empapaban al igual las mías, me dio un abrazo que supe de inmediato que se trataba de una despedida
—Recuerda lo que te dije Bianca, y no confíes en nadie— dice saliendo de la habitación.
Tomo la maleta y el bolso como puedo con mis pequeños brazos y me dispongo a abrir la ventana de mi habitación que está en el segundo piso en donde varias veces saltaba escapando de las cosquillas de papá, miro en dirección al suelo y se que está a unos cuantos metros desde mi ventana, pero eso nunca me impidió saltar las otras veces, siempre caigo bien y nunca me he lastimado. Lanzo estas dos cosas y espero la señal de mamá sentada en el marco de la ventana.
Se escuchan ruidos muy fuertes en el primer piso de golpeteos incesantes contra la madera y unos gritos que correspondían a varias personas pero que provenían de afuera.
Mi corazón se acelera a su tope y la adrenalina corre por mi cuerpo, mis sentidos están atentos a cualquier señal.
Hasta que escucho un ruido fuerte que supuse que era la puerta tumbada y unos gritos que no alcanzo a distinguir, mi corazón se acelera aún más y entre tanto griterío escucho los de papá.
—¡Ahora hija!
Y salto, caigo sobre mis pies y ruedo hasta estabilizarme, agarro la maleta y el bolso sacudiendo las hojas secas de ambos y me dispongo a hacer lo que me dijo mi mamá.
No se cuanto corrí, pero sabia que pronto mis pies irían a ceder, tomando una bocanada de aire me arrodillo para descansar unos minutos junto a un árbol.
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Sangre Pura
WerewolfCuando era pequeña le arrebataron todo lo que tenía, su familia tiene un gran secreto y es que además de pertenecer a las familias de licántropos su linaje proviene de la realeza y con ello su sangre. La sangre real pude llegar a ser una maldición p...