DustWorld.

Piloto: La venganza de un maníaco.

—¡¿De verdad creíste que ese ataque tan débil acabaría conmigo?! Por favor, no seas tan idiota. —Dijo Vic apuntando con su arma, la cuál era una Katana, mientras temblaba de adrenalina. La herida estaba ahí, él estaba sangrando, pero la adrenalina le hacía sentir casi nada de la herida que tenía en el pecho, como si fuese un corte no tan limpio, pero era algo profundo.
—¡Vamos! ¡VEAMOS QUE TAN FUERTE ERES DE VERDAD, MALDITO! —Grito mientras su cuerpo se estremecía más por la adrenalina y pensó.—Así que... Esto es sobre lo que me habló Kenko aquella vez... Esta sensación... —Sus pensamientos fueron interrumpidos por el ruido de su rival, que se acercaba a toda velocidad a atacarlo.
Vic estaba listo.
Si contrincante tenía una espada con la cuál lo atacaría con la intención de hacerle un corte más profundo. Cuando el arma de acercó al cuerpo de Vic, este tomo su Katana como si fuese bat de béisbol y como si la espada de su contrincante fuera la bola, golpeó con su Katana la espada de su rival, bloqueando su ataque de forma ágil.
—No creas que saldrás vivo de aquí. —Dijo Vic mientras sostenía firmemente su Katana.
Seguido de estas palabras, se dirigió a toda velocidad a su rival, atacandolo con su Katana como si fuese una fruta que Vic deseaba partir en 2.
Si rival era fuerte, tanto que los cortes de la catana de Vic parecía que eran solo simples rasguños de un gato ante el cuerpo de su rival.
—Tengo una misión... —Dijo mientras ataca sin parar a su rival.—
—Tengo... Una... Misión —Dijo mientras ataca más rápido y fuerte, recordando a su mejor amigo en el proceso.
—¡Y LA VOY A TERMINAR! —Grito atacando más fuerte, una y otra y otra y otra vez hasta que su Katana se quedó sin filo.
Si rival estaba herido, pero los cortes que Vic le había hecho ni siquiera eran profundos. Parecía ser que todo su esfuerzo fue casi en vano, ya que su rival era demasiado resistente, al punto que Vic no lo consideraba un humano.
Su rival sabía que él estaba cansado y su Katana ya no tenía tanto filo, así que procedió a atacarlo sin piedad.
Vic calló al piso, parecía estar muerto... Parecía el final de todo...

Pero... Algo comenzó a arder dentro de él...

La determinación de Pívot99 comienza a brillar dentro del alma de Vic.

—Así que... Este ES el verdadero poder del que me había hablado Kenko... Je, je, je... Nada mal... —Dijo Vic mientras se levantaba.
—Ahora mi poder es demasiado comparado al tuyo... Así que prepárate para morir. —Dijo con una expresión insana en su rostro mientras temblaba.

Su contrincante lo atacado con su espada lo más fuerte que pudo.
Pero.
No le hizo ningún daño.

—Te lo dije... NO ERES NADA ANTE MI. —
—¡Vic, para! ¡Estás llevando esto muy lejos! —Se escucho decir a Kenko, quien su rival creía muerto.
No lo veía, pero se escuchaba claramente su voz.
—NO. —Dijo Vic.
—SI. —Se escucho de nuevo a Kenko.
—NO. —Repitió Vic.
—... Bien —Dijo esa voz otra vez.
En ese momento, del cuerpo de Vic salió una silueta blanca, brillando intensamente.
—Vic, sé que no puedes hacer esto solo. Así que me veo obligado a ayudarte, te guste o no —Dijo nada más ni nada menos que Kenko, que parecía haber regresado de entre los muertos.
—Bien. —Dijo Vic.

Ahora parecía que la pelea iba muy enserio.