introducción

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Se supone que, después que levantarse por la mañana y cumplir con una ardua jornada de trabajo, Jungkook debería llegar a su casa y ser recibido con los brazos abiertos por su esposa y omega. Solo si su relación no estuviera en el punto más alto de la crisis. Sin embargo, Jungkook no puede mortificarse por ello. 

Esta tirado sobre el suave colchón en un cuarto poco iluminado, debido a la cortina que cuelga de la pequeña ventana y se mese ligeramente por el viento; también mantiene su mirada en el techo blanco, mirando de reojo al omega que mese sus pies al principio de la cama. La habitación esta llena de un rico aroma a vainilla (propio de su dueño) y tiene un clima cálido.

Es increíble como paso de vivir con malestares y la cabeza entre nubes grises, a pasar sus tardes entre sonrisas y momentos amenos. Ya no cree ser el mismo alfa de hace unos nueves meses; no, no.

Mueve un poco su brazo, expandiendo su palma adornada con un lindo anillo que significo una promesa hace algunos años. Aun recuerda el día que compro dicho objeto, lo nervioso que estaba por la propuesta. Ahora lo ve y siente la nada misma.

Con su mano izquierda saca aquel aro de plata de su dedo anular, lo contempla un segundo, para seguidamente guardarlo en el bolsillo de su saco.

Siente a Taehyung removerse para reposar la cabeza sobre su hombro, están tan cerca que el calor corporal de su persona hace al alfa de Jungkook ronronear bajo.

Jungkook no va a mortificarse. Jungkook no va a seguir intentando reunir los restos de una promesa rota. Quiere crear un nueva y más duradera junto a un amor real.


𝐌𝐎𝐑𝐄 𝐂𝐎𝐅𝐅𝐄𝐄, 𝐒𝐈𝐑? ―kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora