I-pin

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Mientras estudiaba tranquilamente para los exámenes de fin de curso, I-pin no era consciente de las miradas que atraía a sus 16 años, pero su querido amigo Lambo sí que lo era, y esto solía traerle muchos problemas.

Mientras I-pin almorzaba con sus amigas del instituto, Lambo era asaltado a preguntas de sus compañeros sobre ella, su sitio favorito, su comida preferida, los lugares que frecuentaba después de clases o dónde vivía; incluso habían llegado a seguirlos cuando salían de clases debido a que siempre se iban juntos, pero siempre lograba confundirlos gracias a la ayuda de Chrome-nee.

Lambo ya era un guardián Vongola en papel y oficio, por lo que Tsuna había decidido que I-pin fuera asignada su compañera de misiones oficiales ya que era un completo holgazán y desorganizado capaz de huir de las situaciones que no podía -ni quería- manejar, y no había nadie como ella, quien sabía como hacerle recuperar la determinación y que solía recordarle sus tareas.

Lamentablemente para Lambo, esto era un verdadero tormento y no porque ella prácticamente lo mantenía en vereda, sino porque debido a eso era la persona con quien más conversaba en el instituto y corría el rumor de que eran novios, ganándose así el odio de la gran mayoría de los chicos del lugar. Esto había acabado con pequeños incidentes para él debido a que tenían prohibido hacer evidente sus destrezas físicas.

I-pin ignoraba todo esto y más, solía divertirse con sus amigas y sorprenderse cada vez que alguien insinuaba que tenia algo con Lambo -no comprendía por qué creían eso- , pero lo que no pasaba por alto eran los esfuerzos que hacía él porque no la interrumpieran cuando estudiaba -como aquellas primeras veces cuando recién ingresó- o que había evitado que fuera víctima de algunas trampas que sus compañeras le habían tendido en el camino y de las cuáles fácilmente hubiese podido encargarse de no ser porque Tsuna-nii se lo había pedido.

Aún seguía sin entender por qué solían sucederle esas cosas cuando solo se dedicaba a sus estudios, a evitar que Lambo se escapara de clases y a cumplir su rol de protectora de Nana Sawada cuando necesitaban al guardián en alguna pelea seria con otra familia.

Le había comentado de estas cosas al mismo guardián del rayo, pero él siempre afirmaba no saber nada al respecto, sus amigas solo decían que muchas de las chicas querían estar en su lugar como amiga de la infancia de Lambo, aún no entendía como es que todos en la escuela habían obtenido esa información.

A pesar de todas las cosas extrañas que sucedían en la escuela, ella era feliz viviendo de nuevo en Japón. Italia era muy bella, pero agradecía que Tsuna-nii hubiera decidido trasladar la sede Vongola a Namimori ya que era mucho más sencillo mantener la seguridad de todos después de los continuos atentados que habían sufrido sus familiares en nombre de Vongola.

I-pin seguía siendo parte de la famiglia, aunque ya no era una asesina como antes, esto no le había impedido dejar de entrenar a pesar de lo mucho que esto le disgustaba al Décimo Vongola. Él seguía creyendo que debería alejarse definitivamente del mundo de la mafia, pero ya había comprendido que I-pin seguía lo que ella deseaba y la incorporaba a misiones de riesgo solo cuando era imprescindible. Esto junto a su pequeño secreto era más que suficiente para la pequeña agente de Vongola.

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